Astérix en los Juegos Olímpicos

Análisis de Astérix en los Juegos Olímpicos de Frédéric Forestier y Thomas Langmann para ser utilizada en clase con fines educativos y pedagógicos.
Argumento
Estamos en el año 54 antes de Jesucristo. Toda la Galia está ocupada por los romanos. Toda no: una aldea poblada por irreductibles galos resiste todavía y siempre al invasor. Gracias a la pócima inventada por el druida Panorámix que les proporciona una fuerza sobrehumana, estos bravos guerreros resisten al invasor e intentan llevar una vida normal.
En el poblado no sólo se persigue a los romanos y los jabalíes, también se persigue el amor... De hecho, Lunátix, joven guerrero intrépido y romántico, está enamorado de la sublime princesa griega Irina. No retrocediendo ante ninguna locura, Lunátix ha osado desafiar al soldado romano Bruto, que también compite por el favor de la princesa.
De esta forma los dos se enfrentarán en los Juegos Olímpicos por la mano de la bella Irina. Astérix, Obélix y Lunátix irán pasando todas las pruebas para dar una buena lección a un César que está obsesionado por derrotar a los galos en el terreno que sea.
Making off
- Después de 33 álbumes protagonizados por Astérix el Galo, éste se ha convertido en todo un icono cultural que sigue embelesando a generaciones de lectores desde hace más de cuatro décadas. Creados en el año 1961 por los franceses Albert Uderzo y René Goscinny, estos autores trabajaron juntos hasta la muerte de Goscinny en el año 1980. A partir de ahí, Uderzo trabajó sólo llevando al personaje a una irrefrenable decadencia que tocó fondo en el año 2005 con la publicación de un horror llamado “El cielo se nos cae encima” y sobre la que es mejor, por respeto a la obra anterior del autor, correr un tupido velo.
- El éxito de los personajes provocó que aparecieran algunos títulos animados con Astérix y Obélix como protagonistas. El primero fue Astérix el Galo en 1967. Un año después se estrena Astérix y Cleopatra, una floja adaptación que fue un éxito de público. En 1976 se estrena Las doce pruebas de Astérix, una historia original creada para el cine que respetaba el espíritu del tebeo. A partir de ahí fueron siendo estrenados títulos como Astérix y la sorpresa del César (1985), Astérix en Bretaña (1986), Astérix y el golpe de menhir (1989) y Astérix en América (1994). El éxito de estas películas propició que el público cada vez tuviera más ganas de ver a sus personajes preferidos recreados por actores de carne y hueso. No habría que esperar mucho, ya que ello se produciría en 1999.
- Astérix y Obélix contra el César fue el título de una película que se convirtió en uno de los mayores éxitos de taquilla del cine europeo. Con el protagonismo de dos de los actores más célebres del cine francés Christian Clavier y Gérard Depardieu (qué mejor Obélix que él), la cinta defraudó a los seguidores de los personajes que no encontraron en ella una plasmación fiel al espíritu de la creación de Uderzo y Goscinny. El éxito en taquilla hizo que en el año 2002 llegara a las carteleras Astérix y Obélix: Misión Cleopatra. Algo mejor que la primera parte, la película tampoco supuso ninguna maravilla desde el punto de vista cinematográfico. Muchos efectos especiales, grandes decorados, pero poca cosa más. Su éxito, empero, motivó que cuatro años después se invirtieran casi 100 millones de dólares (el mayor presupuesto del cine europeo) en una nueva aventura de los irreductibles galos.
- El motivo por el que se eligió esta aventura lo explica el productor y director Thomas Langmann al señalar que “elegí este álbum porque es la aventura de Astérix más visual y más espectacular y por tanto, la más cinematográfica. Por otro lado, el argumento ofrece la posibilidad de contar con actores de diferentes nacionalidades, lo que facilita la búsqueda de socios extranjeros y sobre todo europeos”. Asegurada la cofinanciación entre Francia, España, Bélgica, Italia y Alemania, se pusieron a trabajar un equipo de guionistas compuesto por Olivier Dazat, Alexandre Charlot y Franck Magnier, que modificaron ligeramente la historia original, incorporando una historia de amor y aumentando el espectáculo.
- Para la dirección Langmann, decide ponerse tras las cámaras con la colaboración de Frédéric Forestier, un realizador que había destacado con una comedia titulada El Embolao. Lagman justifica la codirección porque: “Estaba demasiado implicado en todo el proyecto y en todo el proceso de creación como para detenerme a mitad de camino. Necesitaba ponerme también tras las cámaras”.
- Después de visitar varias localizaciones en Europa y el Norte de África, se eligieron los nuevos estudios de La Ciudad de la Luz, en Alicante. El 95% del rodaje se desarrolló en este emplazamiento. A parte de unas subvenciones nada desdeñables, una situación climática ideal y una infraestructura totalmente nueva, estos estudios ofrecen también inmensos backlots, que son enormes terrenos vírgenes con vistas al mar en los que se pudo instalar uno de los decorados más espectaculares jamás construidos para una película francesa: el estadio olímpico. Para la imagen de la película se confió en el director de fotografía de Luc Besson y Jean-Paul Rappeneau: Thierry Arbogast.
- Pero uno de los aspectos que más se cuidó en la película fueron los actores. Langmann lo explica a la perfección: “Hace quince años, soñaba con la primera adaptación de Astérix y por aquel entonces ya tenía pensado el dúo César/Brutus. Primera idea: Alain Delon como Julio César. Segunda idea: Benoît Poelvoorde como Brutus. Disfruté imaginando las situaciones que podrían inventar los guionistas para oponer al padre y al hijo, la estrella mítica y el actor belga que no conoce límite alguno. Tercera idea: buscar un nuevo Astérix, ya que quiero renovar el dúo Astérix y Obélix; unos meses más tarde, Clovis Cornillac aceptó tomar el relevo. Cuarta idea: buscar actores europeos para los papeles secundarios, la mayoría cómicos de una nueva generación muy popular en Francia (sobre todo el alemán Michael Bully Herbit y nuestro Santiago Segura). Quinta y última idea: en la misma línea que los guiños del cómic, recurrir, para escenas cortas, a deportistas legendarios que podrán reforzar la seducción y el prestigio de la aventura”.
- A este respecto, uno de los atractivos de la cinta lo encontramos en los innumerables famosos que hacen breves cameos. El futbolista Zinédine Zidane, el jugador de la NBA Tony Parker, la tenista Amélie Mauresmo o el piloto Michael Schumacher, serían algunos de ellos.
- Durante más de cinco meses, de junio a diciembre de 2006, los implicados en la película trabajan sin descanso. El gran desafío de la película fueron los decorados. Tal como señala Forestier: “Primero pensamos en dos decorados diferentes: un estadio para las pruebas de atletismo y un hipódromo para la carrera de cuádrigas. Y después, se me ocurrió la idea de un único lugar que se pudiese modular”. De esta manera fue como se encontró un truco para dividir el estadio en dos, según hubiese que rodar la carrera a pie o el lanzamiento de jabalina. El resultado final fue espectacular. Aunque sólo se construyeron una parte de las gradas, el resto se añadió en imágenes digitales en post-producción.
- El 19 de junio de 2006 comenzó el rodaje durante en el bosque de Fontainebleau en París. Poco después, el equipo se instaló en Alicante, en los estudios dominados por el estadio olímpico. Allí se quedaron hasta principios de noviembre. La mitad del equipo estuvo compuesta por franceses y la otra mitad, por españoles. Cada día había entre 80 y 100 personas en el estudio, a las que había que añadir un centenar de figurantes, a veces 150.
Mucho ruido y pocas nueces
Hoy en día, cuando todo el mundo está de acuerdo con que el cine sufre un preocupante descenso de espectadores, parece que una de las pocas apuestas seguras la encontramos en la adaptación de los personajes provenientes del universo del cómic. Sin ir más lejos, este mismo año, que está siendo catastrófico, la única película que ha parecido calar en el corazón del público ha sido Iron Man, adaptación del personaje de Marvel Comics.
En Europa también han entendido que en los cómics se encuentra un excelente material para lograr éxitos de taquilla. En Francia, con una rica tradición en el mundo de la historieta, esta máxima la han hecho suya desde hace algunos años y durante los últimos tiempos se han dedicado a llevar a la gran pantalla sus grandes personajes de papel. Astérix, Blueberry o Lucky Lucke serían algunos ejemplos significativos. Aunque ninguna de estas adaptaciones ha sido, desde el punto de vista artístico, ninguna maravilla, lo cierto es que han dejado el suficiente dinero en taquilla como para que desde el país vecino hayan decidido invertir más de ochenta millones de euros en recrear una de las aventuras más espectaculares de Astérix, la que le llevó hasta los mismísimos Juegos Olímpicos de Grecia.
Astérix en los Juegos Olímpicos es una obra absolutamente olvidable cuyo mayor mérito es hacer buenas las dos propuestas anteriores. Parece que los responsables han decidido volcar todos sus esfuerzos en dotar a la cinta de la mayor espectacularidad posible, olvidando lo que ha hecho grande a los inmortales personajes: su capacidad para retratar las miserias y carencias de los seres humanos con un tono irónico y humorístico. Las historias de los dos galos (al menos mientras las escribió el guionista Goscinny, tras su muerte ya fueron otra historia) eran un reflejo de nosotros mismos, un estudio paródico de las miserias cotidianas que definen y caracterizan a nuestra compleja sociedad. Todo ello desaparece de la película en pro de una espectacularidad vacua que, sin bien epata, nos deja absolutamente fríos.
Rodada en su inmensa mayoría en La Ciudad de la Luz de Alicante, donde se construyeron unos espectaculares decorados, con el estadio olímpico a la cabeza, se trata de la película más cara del cine francés, además de contar con casi un 50 % de equipo español y también con un buen pellizco de capital patrio. ¿Éste ha de ser el futuro del cine europeo? Pues, sinceramente, creemos que la espectacularidad y la comercialidad no ha de estar reñida con la calidad y la correcta definición de los personajes. Ahí está la reciente Iron Man para demostrarlo.
Una cosa hay que reconocerle a la cinta: su honestidad. Desde el principio se nos muestra que el objetivo de sus creadores es entretener a los millones de espectadores que siguen las aventuras del personaje. A diferencia de la última, y horripilante adaptación de las aventuras de Mortadelo y Filemón, zafia y ridículamente politizada, Astérix en los Juegos Olímpicos es fiel al espíritu del cómic a nivel visual. El problema es que los temas de actualidad que trataban los cómics, aquí se quedan en meras anécdotas superficiales como puede ser el problema del doping o los enfrentamientos entre los egos de los protagonistas. Una lástima, ya que, por ejemplo, la crítica del deporte como estúpida estrategia de afirmación nacional, algo que sí estaba presente en el cómic, brilla por su ausencia.
Hay muy poca cosa más que decir. Buenos efectos especiales y espectacular diseño de producción, un Alain Delon sin pizca de gracia, un Depardieu dominando el personaje a la perfección y una errática elección del desconocido Clovis Cornillac como un nada carismático Astérix, serían otros aspectos a destacar. Remarcar también la presencia de deportistas y modelos famoso como por ejemplo Zinédine Zidane (que es de lo más cómico de la película; imagínense cómo será el resto), la tenista Amélie Mauresmo y el famoso jugador francés de la NBA Tony Parker.
Aplicación didáctica
Destinatarios: Alumnos de Primaria.
Áreas curriculares: Lengua y Literatura, Conocimiento del Medio (Social y Natural), Expresión Visual y Plástica, Educación en Valores y Lengua Extranjera.
- Lengua y Literatura
Esta área curricular se podría trabajar desde varios puntos de vista. El primero sería destacando la lengua de los romanos, el latín, e investigando cómo éste ha derivado en infinidad de lenguas que se utilizan hoy en día, las llamadas lenguas románicas.
Otro aspecto vendría dado por la propia lengua de los griegos. Igual que los romanos, el griego ha influido en las lenguas actuales de una forma evidente. A partir de estos datos, podemos establecer qué palabras existen en nuestra lengua que previenen del latín y del griego.
El tercer aspecto vendría dado por el propio origen literario de la película. La cinta puede resultar un elemento motivador de primera magnitud no sólo para iniciar a la lectura a través de los cómics, sino también para que los alumnos conozcan algo más sobre unos de los personajes que más han influenciado a muchas generaciones de nuevos lectores. Sin duda, las personas que empiezan a leer cómics acaban siendo apasionados lectores de libros (y de todo tipo de cómics) en el futuro.
- Conocimiento del Medio Social
No podemos olvidar que esta cinta está ambientada en una época histórica absolutamente crucial en la historia de la humanidad. El Imperio Romano no sólo dominó gran parte del mundo durante muchos siglos, sino que ha sido una influencia absolutamente crucial en nuestro desarrollo posterior. La arquitectura, las obras públicas, la lengua, el arte, las costumbres, etc. gran parte de los pilares de nuestra civilización se asentaron durante esos años. Por otro lado encontramos el tema de la Grecia clásica y la influencia en el mundo moderno. No podemos olvidar que estamos hablando de dos grandes culturas clásicas, y que ello es lo suficientemente importante como para ser tenido en cuenta.
Otro tema importante lo encontramos en los propios Juegos Olímpicos. Sería interesante que analizáramos los orígenes de esta competición, su historia, sus características y cómo éstos evolucionaron a lo largo de los años. De la misma manera, también se podría hablar de los Juegos Modernos y de su evolución hasta la fecha actual. Comparar las pruebas que se llevaban a cabo entonces y las que se realizan ahora, las características de los personajes, etc.
Otro aspecto interesante sería analizar los continuos anacronismos. Desde las relaciones jerárquicas, al tipo de gobierno, pasando por la estratificación de la sociedad, todo ello es susceptible de ejercicio comparativo. ¿Cómo eran las ciudades en la antigüedad? ¿y la religión? o ¿Qué oficios existían antes que todavía se conservan hoy en día? podían ser algunos de los múltiples interrogantes a plantear a los alumnos. Ello sin olvidar cuestiones como los medios de transporte y comunicación.
- Conocimiento del Medio Natural
Un aspecto interesante vendría dado por la comparación entre los distintos entornos naturales que nos muestra la película. Por un lado encontraríamos la zona boscosa de la Galia, y por otro la urbe de Roma y la zona de Grecia. Cada una de estas zonas tiene sus particularidades climáticas, geográficas, biológicas y zoológicas que serían interesantes de analizar. Desde este punto de vista, también podríamos estudiar las distintas climatologías de cada zona y analizar cómo éstas pueden influir a cada uno de los deportistas participantes.
- Expresión Visual y Plástica
Para la asignatura de dibujo, la actividad más lógica sería plantear a los alumnos que confeccionaran un cómic donde se explicara una historia similar a la original.
Esto, que fomenta la imaginación y la creatividad, también resultaría útil para el área de Lengua: no olvidemos que cualquier cómic está basado en un guión literario.
- Educación en Valores
¿Qué valores representa la película? ¿Cómo se articulan éstos en las relaciones entre los personajes? ¿Qué condicionantes –codicia, envidia, solidaridad, soberbia– son los que motivan las acciones de los personajes? Éstas serían algunas de las cuestiones que se podrían introducir dentro del área de valores. Un tema importante sería el del doping y la necesidad de potenciar la práctica de un deporte como ejemplo de actividad saludable. Algunos temas a tratar serían:
- Educación para la Paz
- Respeto a la diferencia y a la capacidad de elegir.
- La práctica sana del deporte.
- Fomentar la competitividad sana y sin rivalidades.
- Trabajar el interés por la lectura y el conocimiento de la historia.
Esperamos que estas actividades sirvan para aplicar una película como Astérix y los Juegos Olímpicos que, a buen seguro, entusiasmará a nuestros alumnos.
Lo mejor: Todo el diseño de producción.
Lo peor: La historia es muy, pero que muy floja.
Curiosidades
- Para la carrera de cuádrigas, se utilizó la pista completa de 265 metros de longitud.
- El cameo de Michael Scumacher se produjo, como no, en la carrera de cuádrigas. El alemán luce un coche rojo que imita el diseño de los Ferrari que conducía cuando competía en la Fórmula 1.
- La película contó con el mayor presupuesto en la historia del cine europeo con más de 80 millones de euros.
- El actor Alain Delon llevaba más de diez años retirado del mundo del cine. Aceptó el papel por su amistad con Thomas Langmann y su devoción al personaje.
- Además del estadio, la película cuenta con una veintena de decorados. El más destacado es el palacio del rey griego Samagas, donde se puede encontrar una estatua de Zeus de más de 8 metros de alto.
- Se hicieron más de 300 pelucas, por no hablar de los cientos de postizos de trenzas, bigotes y barbas, con cabello auténtico en Francia, Bélgica e Inglaterra. Fue una de las tareas más costosas y caras del filme.
- En la película trabajó tanta gente que algunos días se sirvieron hasta 600 comidas en el comedor.
Autor: Daniel Álvarez de Moll
Daniel Álvarez de Moll es licenciado en Humanidades por la Universidad de Barcelona (UB).

