Biblioteca escolar y cultura digital

En estos momentos las bibliotecas constituidas como bibliotecas ya invisiblemente hibridas porque integran, son signo de la dualidad y la coexistencia pacifica de medios que caracteriza nuestro tiempo. Hay que situar en consecuencia la función de las bibliotecas escolares en este nuevo escenario. Para ello hay que articular su desarrollo como elementos imprescindibles para la promoción de la cultura escrita en los centros educativos. Una cultura escrita conceptualizada de tal manera que no se presente atada exclusivamente a la cultura impresa ni al ámbito literario, sino abierta a nuevas y diversas posibilidades. En este marco podemos situar el uso de las tecnologías digitales y de las herramientas 2.0 en la biblioteca escolar.
Diferenciar para entender, pero diferenciar integrando
La cultura digital actualmente nos envuelve y preside, son diversos los aspectos que la caracterizan que están afectando de lleno al ámbito educativo. Disponer de máquinas y conexión representa tan solo una primera fase de transformación. No podemos olvidar que iniciamos un viaje que es de largo recorrido, por tanto reflexionar sobre ello es totalmente imprescindible para no quedar anclados en la pura epidermis de esta revolución.
El primer paso es reconocer que la lectura y la escritura han sido sacudidas por la cultura digital. Esto es fundamental pues determina la necesidad de realizar un giro, cambiar la perspectiva y reorientar en consecuencia la misión y las funciones de la biblioteca escolar. Estas, sustancialmente no cambian, se mantienen con fuerza porque se presentan, en el contexto de la Sociedad de la Información, totalmente necesarias. Solo hay que valorarlas desde una visión más cercana a la realidad social que vivimos.
"El primer paso es reconocer
que la lectura y la escritura
han sido sacudidas por
la cultura digital"
Aparecen nuevas preguntas: ¿Qué sentido tiene leer y escribir en un mundo rodeado de pantallas? ¿Cómo hemos de enfocar la promoción de la lectura en el nuevo contexto? Lectura de texto y lectura de la imagen, ¿es todo lo mismo? ¿Qué consideramos cultura escrita? ¿Qué concepto tenemos de ella y para que pensamos que sirve?
Hay que plantear estos interrogantes para poder visualizar en sus respuestas los elementos nucleares y diferenciarlos de los que a menudo desvirtúan la realidad. La cultura digital presenta aspectos de gran utilidad para las bibliotecas pero mezclados con otros de menor importancia. Esta situación de conjunción nos plantea dudas e incertidumbres que deben ser aceptadas sin temor porque constituyen una característica consustancial del tiempo histórico presente.
La cuestión capital en referencia a la biblioteca escolar consiste en reconocer que en la actualidad no podemos realizar una promoción de la lectura con las mismas herramientas y estrategias que antes. ¿Realmente disponemos de más de un medio para acceder a la lectura? ¿Qué materiales podemos proporcionar desde la biblioteca para llevar a cabo esta tarea? ¿Cómo se acercan nuestros chicos a la literatura si su entorno está lleno de juegos digitales y consolas?
"La cuestión capital en referencia
a la biblioteca escolar consiste en
reconocer que en la actualidad
no podemos realizar una promoción de la lectura
con las mismas herramientas
y estrategias que antes"
De un mundo donde conceptualmente las bibliotecas eran núcleos del saber y centros de lectura por excelencia, cambiamos a un escenario donde podemos también acceder a la cultura escrita a través del entorno digital. Pero aquí los contenidos que utilizan la palabra para su representación están mezclados con audiovisuales, imágenes, archivos de audio... ¿como podemos adentrarlos a la cultura escrita en estas circunstancias? Y… ¿como conseguir que nuestros alumnos se aficionen a utilizarla?
Es necesaria una reflexión que nos lleve a valorar por un lado la magnitud de los cambios y por otro a diferenciar lo relevante de lo secundario, resituando la función social de la cultura escrita en los nuevos tiempos en coexistencia con la cultura visual y las nuevas formas de oralidad que las tecnologías digitales facilitan. Solo así encontraremos ámbitos de actuación para desarrollar las prácticas lectoras y las habilidades intelectuales de nuestros alumnos y poder facilitarles el uso de distintas modalidades de lectura y escritura.
Entornos no presenciales y documentos inmateriales
Otra característica de los nuevos tiempos es la desvinculación del texto del objeto donde se produce. Ahora hay otro tipo de objeto que es la pantalla sobre el cual se lee el texto electrónico y nos encontramos con un lector que ya no manipula directamente este objeto que resulta inmaterial. Hablamos con naturalidad de entornos y documentos virtuales cuando tendríamos que referirnos más bien a entornos no presenciales y a documentos inmateriales, que son totalmente reales pero que no podemos tocar físicamente.
En consecuencia para determinados usos de la lectura como es el caso de la lectura de textos narrativos vemos que la experiencia literaria está ligada al objeto como elemento físico. Este aspecto nos anima a considerar que tenemos que seguir llenando las bibliotecas de libros porque aún necesitamos objetos en determinadas circunstancias.
"Es imprescindible que en las etapas
de Educación Infantil y Primaria
los niños dispongan de libros
y los utilicen de forma cotidiana"
Nuestros niños y niñas en la escuela pueden y deben disfrutar de los libros porque pueden tocarlos y manipularlos y sentirse así más cercanos a los contenidos que estos les ofrecen tanto si son narrativos como informativos. Es imprescindible que en las etapas de Educación Infantil y Primaria los niños dispongan de libros y los utilicen de forma cotidiana.
Ello no supone que no se acerquen al soporte digital, pero la proporción en el uso ha de responder a una acción estratégica educativa. Así al llegar a edades más maduras no mostraran rechazo hacia el libro, porque aunque en la Educación Secundaria realicen un uso intensivo de la Red, habrán incorporado su utilización de forma natural e integrada a los materiales digitales.
Al mismo tiempo a pesar que cada día dispongamos de más dispositivos electrónicos para almacenar la información y permitir su movilidad, hay que valorar que todavía necesitamos lugares acondicionados, entornos presenciales que inviten a leer y a escribir. Espacios facilitadores donde encontrarnos con los textos y poder interactuar con ellos a través de objetos físicos como son los libros o bien de manera inmaterial en la Red.
Finalmente no podemos olvidar que las posibilidades de distribución de contenidos que ofrece Internet permiten el acceso inmediato a gran cantidad de información que está ya definida o estructurada como objetos digitales. Del mismo modo que la Red nos facilita descargas de audio y audiovisuales empezamos a poder descargar libros y artículos digitalizados, materiales que hasta el momento sólo eran consultables de manera física en las bibliotecas y que ahora empiezan a poder adquirirse a través de los llamados depósitos o repositorios digitales que empiezan a desarrollarse como grandes bibliotecas en el ciberespacio.
Coexistencia de medios y lenguajes para acceder a contenidos
La conclusión es que en la actualidad coexisten distintos medios o soportes para la cultura escrita y al mismo tiempo ésta convive y comparte capacidad comunicativa con los lenguajes visuales predominantes en la cultura digital. No podemos oponer la palabra a la imagen, son dos cosas distintas. Entender mediante conceptos y entender a través de la vista se combina en una suma positiva.
Roger Chartier afirma: “Hay que hacer un esfuerzo para ubicarnos entre el discurso utópico y la nostalgia del pasado”1. Según él lo más probable es que durante las próximas décadas se dé la coexistencia entre tres modos de producción y comunicación de los textos: la escritura manuscrita, la publicación impresa y la textualidad electrónica.
La coexistencia así planteada se sustenta en la posibilidad de utilizar uno u otro medio en función del objetivo de lectura o escritura que tengamos que abordar. En consecuencia se realza el uso específico de cada medio ofreciendo una gran gama de posibilidades comunicativas. Estas consideraciones pueden guiar nuestras acciones de promoción de la lectura en el centro escolar.
"La conclusión es que en la actualidad
coexisten distintos medios o soportes
para la cultura escrita y al mismo tiempo
esta convive y comparte capacidad
comunicativa con los lenguajes visuales
predominantes en la cultura digital"
Vemos de este modo que la cultura digital no ha de ser valorada como una contraposición de la cultura impresa sino como una oportunidad de desarrollo y potenciación de sus posibilidades. De manera simultánea la cultura escrita coexiste y convive con la cultura visual y audiovisual, donde la oralidad y la imagen presentan contenidos para ser vistos y escuchados. Pero la diferencia está en que la cultura escrita -en papel o digital- presenta contenidos que pueden ser releídos y reflexionados. Contenidos que nos permite apropiarnos del lenguaje y desarrollar el pensamiento reflexivo que es imprescindible en una sociedad llena de inmediatez y fragmentación.
Tampoco podemos olvidar que el dominio de la imagen en la cultura digital provoca una descompensación entre las prácticas de la cultura visual y las practicas de la cultura escrita por parte de los niños y adolescentes. Descompensación que está en detrimento del desarrollo de habilidades intelectuales y en detrimento de la adquisición de contendidos conceptuales. La escuela tienen una responsabilidad y una función clave en esta cuestión. Realmente hay que aprender a dar sentido a la lectura y a la escritura para creer en su relevancia. Hay que hacer descubrir a los chicos que pueden tener razones significativas para leer y escribir.
Entornos de aprendizaje y lectura desde la complementariedad
En la actualidad la cultura escrita sigue representando la vía fundamental para la transmisión no de simples mensajes comunicativos sino de contenidos (ideas, conceptos…) que son representaciones de la realidad y que requieren del pensamiento abstracto para ser comprendidos. En consecuencia las prácticas de la cultura escrita son imprescindibles para el aprendizaje y para el proceso de transformación de la información en conocimiento. Tenemos el peligro que se empobrezca la capacidad de entender de nuestros jóvenes, como indica Giovanni Sartori: “Estamos perdiendo el lenguaje abstracto y la capacidad de abstracción sobre la cual se fundan nuestro conocimiento y nuestro entendimiento, por ello hay que defender la cultura escrita”2.
"Las prácticas de la cultura
escrita son imprescindibles para
el aprendizaje y para el proceso
de transformación de la información
en conocimiento"
Es necesario que nuestros alumnos para su desarrollo personal y social crezcan estructurando su mente de manera que sean capaces de tratar toda la información que se les presente aunque sea fragmentada y descontextualizada y puedan transformarla en conocimiento personal. Para ello el uso intensivo y sistemático de la cultura escrita resulta un elemento imprescindible porque se sustenta en la lógica y la racionalidad. Sin duda alguna conviene que estos aspectos sean desarrollados en unos niños y en unos jóvenes que acostumbran a moverse por ensayo y error en la Red.
Por esta razón necesitamos bibliotecas en los centros educativos. La biblioteca escolar es una herramienta estratégica para la promoción de la cultura escrita, no desvalora la cultura audiovisual y el acceso a contenidos en otros lenguajes pues los posibilita y los promueve, pero su misión está profundamente relacionada al ámbito de la lectura y escritura de textos.
Necesitamos entornos presenciales para docentes que enseñan y alumnos que aprenden. Lugares físicos que permitan acceder tanto al mundo digital como al mundo de la cultura impresa pero con el valor de la mediación porque los recursos deben estar seleccionados y organizados para facilitar su encuentro y su uso.
La reflexión nos lleva a considerar que el eje a través del cual se articula el concepto de biblioteca escolar y desde el que pivotan todos los elementos ya no puede ser los recursos y los servicios bibliotecarios para utilizarlos. Hay un cambio de paradigma, la revolución digital es una revolución social de tal magnitud que determina que los recursos ya no necesitan ser centralizados pues están permanentemente disponibles en la Red. El acceso a la información en sus múltiples formatos traspasa las fronteras del tiempo y del espacio.
En consecuencia los recursos disponibles en la biblioteca escolar deben ser forzosamente materiales muy filtrados, muy específicos y de gran calidad, proporcionándole a la biblioteca el gran valor que representa en la sociedad de la información la relevancia y la focalización. Es necesario visualizar unas nuevas bibliotecas con menos libros informativos pero con secciones literarias mucho más amplias, con mayor numero de ordenadores o posibilidad de acceso Wifi a la Red para portátiles. Entornos de la complementariedad, signos vivos de un mundo dual donde la multiplicidad de medios posibilita también múltiples aprendizajes.
"Los recursos disponibles
en la biblioteca escolar deben ser
forzosamente materiales muy filtrados,
muy específicos y de gran calidad"
En definitiva la claridad y nitidez con que podemos visualizar la biblioteca escolar nos determina que hay que resaltar de manera fundamental en el modelo que estamos desarrollando aquello nuclear, el proceso de aprendizaje y la práctica de la lectura, el para qué de la biblioteca escolar. Esta es la esencia que sustenta la cuestión, apoyar el desarrollo personal y social de nuestros alumnos en aspectos intelectuales y emocionales a partir de posibilitar el aprendizaje y el ejercicio continuado de la lectura.
Notas
- Chartier, Roger. ¿Muerte o transfiguración del lector? Las revoluciones de la cultura escrita. Diálogo e intervenciones. Gedisa: Barcelona, 2000.
- Sartori, Giovanni. Homo videns. La sociedad teledirigida. Madrid: Taurus, 2008.
Autor: Glòria Durban Roca
Glòria Durban Roca es responsable de la biblioteca de la Escuela Técnica Profesional del Clot en Barcelona, formadora en cursos dedicados a la biblioteca escolar y a la competencia informacional. Des de 2003 mantiene los contenidos del web especializado.

