Confirmado el impacto de la televisión en el rendimiento escolar

Resultados de un estudio realizado durante veinte años a niños de 678 familias sobre el impacto de la televisión en el rendimiento escolar.
Un estudio realizado durante 20 años a niños de 678 familias de Estados Unidos ha establecido una relación inversa entre el tiempo que niños y adolescentes pasan ante el televisor y el éxito escolar. Este estudio ha constatado que los niños que ven mucha televisión dedican menos tiempo a la lectura y a hacer sus deberes en casa. También señala que la televisión precede en la mayoría de los casos analizados a los problemas de atención y dificultades escolares.
La cuestión de si el tiempo de presencia ante el televisor, o la existencia previa de disfunciones cognitivas que hacen preferir la televisión a los libros, o incluso un tercer factor de origen familiar, como el bajo nivel económico o un apoyo escolar insuficiente, son el origen de un bajo rendimiento en los estudios, queda así despejada en la investigación.
El estudio analizó la descendencia de 678 familias norteamericanas a razón de un niño por familia desde su infancia hasta la edad adulta, mediante entrevistas espaciadas a lo largo de veinte años. La dedicación a la televisión, los problemas de atención y las dificultades escolares han sido investigados a la edad de 14, 16 y 22 años. Además, a los 14 y los 16 años se realizó un test de inteligencia a todos los niños investigados. Por último, a los 33 años se realizó un balance de los estudios realizados por cada uno de ellos.
Los datos reflejados en este trabajo son elocuentes: a los 14 años, una tercera parte de los adolescentes investigados pasaban más de tres horas al día delante del televisor. Un adolescente que ve la tele al menos una hora al día, corre un riesgo mayor de presentar más adelante un déficit de atención y problemas escolares que los que ven menos de una hora al día. Estos problemas que se apreciaron a los 22 años van desde deberes no hechos a malas notas e incluso al fracaso en el instituto.
El estado de ánimo o el contexto familiar no cambian esta tendencia al fracaso escolar, destaca el estudio, así como tampoco su nivel de inteligencia o los estudios que tengan sus padres. La asociación entre la televisión, los 14 años de edad y el fracaso escolar pasa por dificultades en la atención, deberes no realizados e incluso una opinión negativa sobre el instituto a los 16 años.
Un adolescente de 14 años que ve la televisión una media de tres horas diarias tiene dos veces menos posibilidades de acometer estudios superiores, según la apreciación realizada a los 33 años, que los que ven la televisión una media de una hora al día. El estado de ánimo apenas modifica esta tendencia.
El adolescente que consigue reducir su dosis de televisión de dos horas diarias a los 14 años a una hora a los 16 años, reduce a la mitad el riesgo de fracaso escolar. Sin embargo, la ecuación que establece el estudio es que el tiempo que se dedica a la televisión a los 14 años predetermina el tiempo que se le dedica a los 16 años y el fracaso escolar a los 22 años.
El estudio confirma la creencia de que la televisión perjudica la capacidad de atención de los niños y los adolescentes, y que afecta negativamente a los estudios, siempre que el tiempo dedicado a la televisión supere la hora o las dos horas diarias.
El estudio no hace referencia a los programas educativos que integran también la oferta televisiva, pero se sabe por otros estudios que no llega a la décima parte del tiempo dedicado por los niños y adolescentes a ver la televisión, por lo que esta variable no tiene mayor significado para el estudio analizado.
La conclusión que se desprende de este estudio es que los padres, profesores y médicos deben animar a los niños y adolescentes a pasar menos tiempo delante del televisor, a preferir emisiones recreativas de gran público e incluso a desarrollar otras actividades más favorables a su desarrollo.
No es la primera vez que se realiza un estudio de estas características sobre el efecto de la televisión en los niños y adolescentes. En 2002, la revista Nature publicó otro artículo en el que se señala que los adolescentes y adultos jóvenes que pasan muchas horas delante de la televisión tienden a desarrollar conductas agresivas.
El seguimiento mediante cuestionarios a 707 familias a lo largo de 17 años ha permitido detectar que existe una asociación estadísticamente significativa entre el tiempo empleado en ver la televisión durante la adolescencia y madurez precoz y el riesgo de desarrollar actos violentos. Esta asociación se mantiene incluso cuando se controlan otras variables como comportamiento agresivo previo, falta de cuidado de los niños por parte de los padres, renta familiar baja, violencia en el vecindario, educación de los padres o trastornos psiquiátricos.
Los resultados de este estudio ya planteaban la necesidad de controlar tanto las horas dedicadas por niños y adultos a la televisión, como la calidad de la programación.
Autor: Olga Castro-Perea
Olga Castro-Perea es redactora de Tendencias 21. Revista electrónica de ciencia, tecnología, sociedad y cultura.

