Entrevista a Carolina Jiménez García

Artista de efectos visuales digitales para cine (VFX artist) especializada en Layout.
De niña, Carolina Jiménez García, experta en visual FX, quería ser científica y no concebía que “hacer películas fuera una profesión real a la que alguien pudiera dedicarse”. Ahora vive en Vancouver, Canadá, el “Hollywood North”, dedicada a los efectos especiales por ordenador.
¿Nombre? Profesión y edad si no es una cuestión secreta.
Soy Carolina Jiménez García, natural de Madrid. Soy artista de efectos visuales digitales para cine (VFX artist) especializada en Layout y tengo 39 años.
¿Actualmente en qué estás trabajando y dónde?
Ahora vivo y trabajo en Vancouver, Canadá, en un estudio de VFX llamado Scanline. Actualmente estamos trabajando en películas como Tomb Raider, Ant-Man And The Wasp o Aquaman.
Nos ha resultado sorprendente que una mujer, joven y española, llegue a trabajar en películas tales como… ¿te importaría contarnos los títulos y cómo llegaron esas oportunidades?

Mi filmografía hasta la fecha suma 18 películas entre las que se incluyen la trilogía de El Hobbit, Superman, Star Trek: Más allá, Prometheus, La Liga de la Justicia, Guardianes de la Galaxia Vol. 2, World War Z o El Amanecer del Planeta de los Simios. Trabajo en las películas que le son asignadas a los estudios en los que he trabajado. Yo no las he elegido, pero sí he procurado siempre ir a trabajar a aquellas empresas en las que se hace el cine que me gusta, aunque esto haya supuesto muchas mudanzas internacionales. Me toca trasladarme allí donde está mi trabajo y por eso hasta ahora he vivido en Inglaterra, Australia, Nueva Zelanda... Y menos mal que en Canadá hay trabajo suficiente como para poder echar un poco el freno de momento.
¿Qué fue lo que te decidió a escoger tus distintas tentativas de carreras?
Siempre me han gustado las nuevas tecnologías y las artes gráficas casi por igual y yo quería dedicarme a una profesión que englobara ambas cosas lo más posible. Antes de saber que el cine y los VFX podían ser una profesión real probé con Arquitectura. A pesar de que es una carrera muy interesante no terminaba de ser lo que a mí más me gustaba. Así que decidí dejarla justo cuando salieron los DVD de la versión extendida de la primera película de El Señor de los Anillos en los que se mostraban con un detalle que yo nunca había visto cómo se hizo aquella película en los estudios Weta de Nueva Zelanda. Aquello me alucinó, y especialmente cuando llegaron a la parte de la post-producción digital, me dije “Yo quiero dedicarme a eso”. Y así encontré mi vocación.
¿Saliste a estudiar al extranjero? Si fue así ¿a qué lugar o lugares?
Pues no. Mi formación fue en Madrid. Tras dejar la carrera busqué una escuela, de las pocas que había aún entonces, en la que estudiar aquello que había visto hacer a los artistas digitales en los documentales y me apunté sin dudarlo.
Ahora pasaremos a un segundo grado… ¿Qué son los efectos especiales para ti?

A pesar de que de manera coloquial se usa generalizadamente el término “efectos especiales” para referirse a todo aquello que vemos en pantalla que no es real y que se ha logrado mediante algún truco de cine, lo cierto es que técnicamente “efectos especiales” se refiere a los efectos prácticos y de set que se generan durante el rodaje (explosiones, maquillaje, miniaturas, etc.), mientras que a lo que yo me dedico, a la postproducción digital por ordenador después de que el rodaje ha terminado, lo denominamos “efectos visuales”. También es común usar las siglas VFX del inglés “visual effects”.
Para mí los efectos visuales son una herramienta más que ayuda a contar la historia que quiere trasmitir una película. Son la magia añadida para ayudar al espectador a entrar en un mundo diferente al mundano. Son un arte visual en constante desarrollo bien anclado en la tecnología que nos permite llevar la disciplina del cine a lugares donde sin ellos no podríamos llegar.
¿Crees que podrán los robots ser más inteligentes y tomar decisiones autónomas sin estar programados previamente por los humanos después de hacer tanta película de ciencia ficción?
Difícil e interesante cuestión. Creo que no queda mucho para que tengamos robots capaces de tomar decisiones lógicas de manera autónoma mucho más rápido que nosotros. De lo que no estoy tan segura es de si llegará un día en que tengan también capacidad imaginativa, ética o artística sin depender de sus programadores. En una combinación de todas esas facetas creo yo que reside la inteligencia. Y muero de ganas por descubrir que nuevas sorpresas nos reservan los avances en robótica.
¿Qué opinas de esa discusión social acerca de que las carreras artísticas no tienen salida profesional?
Creo que el ser humano necesita el arte. No como el respirar o el comer, pero sí como necesidad secundaria implacable en cuanto tenemos nuestros requerimientos básicos cubiertos. Necesitamos expresarnos intelectual y creativamente. Creamos y consumimos arte. En la decoración de nuestras casas, el diseño de la ropa y objetos que usamos, en el teatro, la literatura, la música y el cine de nuestros ratos de ocio... Y mientras los humanos hagamos y consumamos arte, el arte será un oficio, o parte de un oficio, en cientos de facetas. Y por lo tanto tendrá salidas profesionales. Estas profesiones irán cambiando y evolucionando según la sociedad avanza y se automoldea, y los artistas debemos permanecer actualizados. Pero siempre seremos necesarios en una medida u otra.
¿Crees que la visión que se ha ofrecido en el cine y en las novelas ha ayudado o por el contrario ha puesto impedimentos a conocer y divulgar el pensamiento científico?
El cine y la literatura son grandes vehículos de cultura, y pueden serlo de incultura también. Pero en general han acercado mayor cantidad de información al público en general, lo cual es siempre positivo. Porque han servido también de medio de difusión para científicos y divulgadores científicos, y aunque no lo parezca esto ayuda a desarrollar el pensamiento crítico del público.
¿Si tuvieras que quedarte con una película y con una novela, ¿cuáles recomendarías?
Me es imposible quedarme con una sola película de la historia del cine. Como novela quizá escogería El Señor de los Anillos, una de mis favoritas. Y bueno, como película voy a escoger también El Señor de los Anillos, la trilogía, así puedo hacer trampas y recomendar tres en vez de sólo una.
¿De los efectos especiales que conoces y manejas, ¿cuál o cuáles recomiendas para las aulas de Infantil y Primaria?

En cuanto a mensaje me gustan mucho las de Pixar, y al fin y al cabo la tecnología empleada en el cine de animación es la misma que usamos en VFX. Y en cuanto a películas cuyos efectos visuales puedan iniciar a los más jóvenes a interesarse por este arte yo escogería títulos como Mi amigo el gigante, las de la saga de Harry Potter, Peter y el Dragón, El Libro de la Selva, Wonder Woman o cualquiera de las de superhéroes, siempre escogiendo las adecuadas para cada edad, que algunas tienen monstruos y mucha acción.
Ya en el tercer grado, más íntimo y cercano… ¿Qué te ha llevado a divulgar ciencia y colaborar con tantas entidades para difundir pensamiento científico?
La ciencia siempre me ha apasionado. Yo de niña quería ser científica. Física o bióloga. Las circunstancias personales no me lo permitieron, pero siempre fue una espinita clavada. Pasé toda mi adolescencia devorando divulgación científica. Como no pude hacer de la ciencia mi profesión decidí al menos tratar de ayudar a divulgarla desde las posibilidades que tenía y que incluso mi profesión me daba. De modo que casi desde siempre he tratado de colaborar en diferentes proyectos en los que pudiera divulgar o ayudar a divulgar ciencia de la manera que podía. Traduciendo artículos, diseñando gráficos, subtitulando documentales... Y desde mi profesión tratando de usar el 3D, la animación y las plataformas sociales para promover el pensamiento científico. Yo soy la prueba de que no hace falta ser científico de profesión para tener una mente científica y divulgar ciencia en la medida que cada uno pueda. Por pequeña que sea la aportación, grano a grano se hace montaña. Y promover la ciencia entre el gran público es un bien para todos muy necesario.
¿Crees que habría que cambiar el modelo de actividades de clases para introducir el acudir al cine con los compañeros y aprender a mirar las películas y los cortos con otros elementos de conocimiento de los que aparecen en la pantalla?
El cine como actividad de ocio y cultura debe consumirse en casa, con la familia, con la guía de los padres y como complemento a la educación que reciben los chavales, para que no vean cualquier cosa, o no se pierdan piezas importantes y para que cuenten siempre con el cine como experiencia social. Pero siendo el cine vehículo de cultura, historia e información, como pueden ser muchas películas, son también complemento ideal en el aula. A todos nos han marcado películas que vimos de niños por muchos motivos. Nos enseñaron, nos asombraron, nos hicieron pensar... Imaginad que no hubiéramos tenido acceso a ellas, qué gran pérdida. Y ahora imaginad si entre padres y alumnos nos aseguráramos de que los chavales obtienen esas experiencias viendo cine de calidad en el momento adecuado y con apoyo docente de los mayores. Qué grandes cosas se pueden lograr en ellos que de otra manera es mucho más difícil. ¿Cine en las aulas? ¿Por qué no?
¿Hay edad para aprender a preparar algunos efectos especiales que podamos introducir en nuestras propias creaciones con móvil, tableta u ordenador?
Cualquier edad es buena. Hoy en día hay muchos dispositivos y aplicaciones adaptadas a cualquier nivel para empezar a ser creativos visualmente desde que somos capaces casi de dibujar con un lápiz. Incorporar el 3D digital, que es en lo que se basan los VFX, a las habilidades artísticas y creativas de los niños, puede ayudar al desarrollo espacial y la capacidad deductiva. Hoy día los chavales comprenden la tecnología casi intuitivamente y cuantas más herramientas se les proporcione más nos maravillarán con lo que son capaces de hacer.
¿Qué relación tienen o han tenido tus padres con los efectos especiales?
Ninguna. Vengo de una familia de tradición sanitaria. Todo el mundo, incluido mi hermano, se dedica a cosas relacionadas con la medicina y la salud. Yo soy la primera disidente que tomó un camino distinto. Eso sí, también somos familia de artistas. Todo el mundo toca un instrumento, canta, dibuja o diseña por afición. A esa tradición sí que no he querido fallar.
¿Consideras que el cine puede ayudar a construir otros relatos en relación a temas de inclusión social? ¿Cómo?
Por supuesto. Lo que el cine es fundamentalmente es un arte narrativo. Cuenta historias humanas que nos hacen pensar, nos muestran cómo somos, nos ponen retos y nos transmiten mil emociones. Cualquier tema social puede y debe ser tratado en el cine. Con él podemos mostrar desigualdades, representar minorías, denunciar injusticias, proponer soluciones, ofrecer ideales. Y llega a más personas que la mayoría de otros medios o artes narrativos. Es un arma para el avance que no debemos desaprovechar.
¿Qué tres acciones recomiendas emprender en las aulas para que las niñas se animen a carreras relacionadas con las STEAM?
No sé si seré capaz de resumirlo en tres. Lo principal es que las niñas no se sientan desanimadas en absoluto a lanzarse a profesiones STEAM. Hay que desechar de una vez por todas el subliminal mensaje aún presente en la sociedad de que hay actividades y trabajos de niñas y otros de niños. Para esto lo más importante yo creo que es:
- Eliminar roles de género e incluir tanto a niñas como a niños en todas las actividades posibles del tipo que sea.
- Mostrar tanto a niñas como a niños mujeres ejemplo que se dediquen a todo tipo de profesiones tecnológicas para que no se implante en ninguno de ellos la asociación de que estas cosas son de hombres y para que las niñas tengan referentes que imitar de su mismo género.
- Promover que los héroes de los pequeños no sean solo deportistas, artistas, famosos o personajes de ficción, e incluir en la mezcla a científicas, astronautas, arqueólogos, astrónomas, diseñadores, cineastas... que no son gente aburrida ni sosa, que hacen (o hacemos) cosas que molan tanto o más.
¿Qué te decidió a abrir un canal de YouTube en español para divulgar “trucos”?
Pues fue casi de casualidad y a la vez un giro predecible. Tratando de compartir lo que hago y lo que amo, divulgar y echar una mano a estudiantes de 3D abrí una página de Facebook, empecé un blog y tras mucho darle vueltas a si animarme o no a ponerme frente a una cámara y hacer vídeos contando cosas, decidí intentarlo como reto a ver si era capaz. Y resulta que muy mal no salió y la cosa ha ido creciendo poco a poco. Es una actividad que me reta y me satisface mucho. Y eso que me sigue costando mucho hablar ante la cámara. Pero es un medio en pleno auge y no se puede desperdiciar. A mí me ha enseñado mucho gracias a gente que hace vídeos educativos, y yo quiero intentar devolver un poco de lo que he recibido.
¿Cuáles son las asociaciones o entidades con las que colaboras?
Soy miembro colaborador habitual de Naukas, la plataforma de divulgación científica de habla española más grande del momento, desde hace varios años, lo que es para mí un honor. También he colaborado con festivales de cine como Animayo y próximamente Mundos Digitales, con instituciones educativas como Trazos, CICE, la UPV, la escuela canadiense Think Tank y próximamente Butic y la Stony Brook University de Nueva York. He dado charlas para varios colegios y escuelas en España. He participado en la Semana Europea de la Robótica. He sido miembro muchos años del Círculo Escéptico. Y básicamente a cualquier cosa que me propongan y que esté dentro de mis posibilidades. Digamos que me apunto a un bombardeo.
Ahora, por último, añade lo que sería tu mensaje a los lectores para ese… YOU CAN DO IT…
Pues aquí quisiera desentonar un poco del clásico “persigue tus sueños sin descanso hasta hacerlos realidad” y me gustaría remoldearlo de la siguiente manera: Sí, puedes dedicarte a lo que quieras. No permitas que nadie te diga qué puedes y que no puedes hacer. Si otros lo lograron antes que tú, tú también puedes. Y si nadie lo logró antes quizá seas tú el primero o la primera. Eso sí, no dejes que un sueño a cumplir dirija tu camino. No pasa nada si se fracasa, si uno se cae o si te equivocas. Los sueños no son lo primero, lo eres tú. Date permiso para fracasar, para cambiar de opinión, para dejarlo todo y cambiar de dirección, para conocer tanto tus posibilidades como limitaciones y ampliarlas cuando quieras. No dejes nunca de estudiar y aprender. Busca ayuda en quienes van por delante de ti y siempre ofrece ayuda a los que van por detrás. Y si el plan A no ha funcionado, aprendemos la lección y pasamos al plan B, o al C, o al J, que en la distancia nunca sabes en cual estará lo que realmente buscas. Y no te obsesiones con la meta, que las líneas de meta duran muy poco: disfruta de todo el camino.

Autor: Mercedes Ruiz Casas
Mercedes Ruiz Casas es maestra, psicopedagoga por la UOC, Master de TIC y Educación por la UOC y en proceso de redacción de tesis doctoral relacionada con la cultura 2.0. Coordinadora desde hace diez años de Planes Audiovisuales que se recogen en la red social Cero en conducta.