Entrevista a Pau Nin

Pau Nin es maestro de Educación Primaria interesado en la robótica educativa y responsable de formación en RO-BOTICA.
Pau Nin, "maestro de educación primaria interesado en la robótica educativa | Responsable de formación en RO-BOTICA". Éste es tu perfil en Twitter (@pau_nin). ¿Puedes explicarlo a nuestros lectores?
Me gradué hace un par de años como maestro de Educación Primaria. Tan pronto acabé tuve la oportunidad de ejercer mi profesión como tutor en una escuela, experiencia que me sirvió para poner en práctica lo aprendido a lo largo de la carrera. Actualmente dedico mis ganas y esfuerzos a algo que me apasiona, la innovación pedagógica y en concreto la robótica educativa, y trato de compartirlo con los demás educadores para que cada vez más alumnos tengan la oportunidad de aprender mediante este poderoso recurso didáctico.
Deberíamos poner el foco
en la construcción del conocimiento
y no tanto en la del artefacto físico
Una simple búsqueda de tu nombre en Google devuelve resultados en varias redes sociales y también desvela tu participación en algunos grupos y comunidades. ¿Qué es lo que te empuja a compartir tu conocimiento y experiencias en tantas plataformas?

En efecto, formo parte de algunos proyectos como la Asociación Espiral-Educación y Tecnología, el blog colaborativo EnlanubeTIC de herramientas online para la educación o el Proyecto Guappis, centrado en compartir apps educativas. Me cuesta concebir la educación, y más aun en el momento actual, sin estar en comunicación con otros docentes de cualquier nacionalidad.
Es por eso que me gusta compartir todo aquello que veo, ya sean artículos en blogs, publicaciones u otros enlaces relacionados sobre todo con la tecnología educativa y la innovación pedagógica. En Instagram, por ejemplo, llevo más de dos años retratando en foto o vídeo todos los robots educativos que pasan por mis manos. No obstante, la red social que más uso es Twitter porque es allí donde consigo adquirir más información de lo que me interesa y estar al día un poco de todo.
También me gusta asistir a jornadas y congresos de intercambio de experiencias educativas, en especial del tándem Educación y Tecnología. De hecho, con frecuencia me pregunto cómo es que no coincido en este tipo de encuentros con un mayor número de jóvenes, bien sean estudiantes de carreras del ramo de las ciencias de la educación o docentes recién graduados. No se me ofendan los veteranos pero desde mi perspectiva esa es la realidad y es algo que me sorprende porque se supone que los jóvenes tenemos una predisposición mayor hacia las novedades tecnológicas.
¿Qué opinas sobre la situación actual de la educación respecto a la tecnología?

Algunos informes internacionales destacan que España es uno de los países más conectados de Europa y que es líder europeo en la penetración de los llamados "smartphones". Aun así, países como Reino Unido han sabido introducir mejor estos dispositivos en sus aulas y muestra de ello es que el actual currículo británico incluye la enseñanza de la programación con el propósito de mejorar la relación del alumno respecto a la tecnología.
Iniciativas como la CodeWeekEU, la semana europea de la programación que este año se celebra entre el 10 y el 18 de octubre, representan una fantástica oportunidad para romper con ideas preconcebidas y animar a los alumnos a expresarse con el uso activo de la tecnología.
Herramientas como el dispositivo móvil tienen grandes potencialidades educativas, y es importante que todo docente tenga una cierta predisposición, una mirada abierta, para saber de qué manera puede integrarlo en sus clases. Para mí, es esencial educar en la responsabilidad y en el pensamiento crítico para que los alumnos puedan construir opiniones propias.

Obama mencionó en un discurso que la impresión 3D tiene "el potencial de revolucionar el modo en que creamos cualquier cosa". ¿Crees que también puede ser una revolución en el ámbito educativo?
Los expertos en la cuestión afirman que estamos ante una nueva revolución que supondrá un impacto especial en el ámbito educativo. Resulta difícil hacer tales previsiones de futuro, y más cuando, al parecer, lo que estamos presenciando no es ni un reflejo de lo que será en el futuro.
En cualquier caso creo que la impresión 3D, al igual que la Realidad Aumentada, abre una puerta para la mejora de la comprensión de objetos tridimensionales –en especial aquellas representaciones de lo que no vemos, como por ejemplo una célula o la cadena de ADN– y que el diseño y fabricación de un modelo 3D en unos pocos minutos será de utilidad en multitud de proyectos de Educación Superior.
"¿Diseñar en 3D? ¡Eso es muy difícil!" puede ser una de las primeras frases que escuchamos tod@s los que exploramos las posibilidades educativas de la impresión 3D. ¿Nos ayudas a cargarnos de argumentos para animar a los docentes no tecnológicos a utilizar esta tecnología en el aula?

Actualmente existen múltiples herramientas de diseño en 3D de diferente complejidad. Entornos como Tinkercad o Morphi permiten la creación de figuras a partir de la combinación de estructuras geométricas básicas. Tan simple como arrastrar las figuras sobre la superficie, escalarlas y rotarlas a placer y generar el archivo apto para ser impreso en 3D.
Si queremos perfeccionar nuestros diseños podremos utilizar entornos como FreeCad o SketchUp. Gracias a los muchos tutoriales que encontraremos en plataformas como YouTube resultará muy sencillo iniciarnos en su uso y crear nuestros primeros modelos.
También tenemos la opción de iniciarnos al modelado 3D con entornos de diseño basados en código como OpenSCAD o BeetleBlocks. En ambos casos el modelo 3D es generado por medio de la programación, pero no es necesario saber programar para introducirnos en su uso: ¡todo es empezar!
Finalmente, siempre nos queda la opción de acceder a un repositorio público de modelos 3D como Thingiverse o YouMagine y adaptar a nuestras necesidades algún modelo llevado a cabo anteriormente por otra persona.
A esta altura de la entrevista, podemos tener una idea general sobre cómo nos puede ayudar la impresión 3D en la educación. Sin embargo, siempre viene bien un ejemplo. Te pido un favor, Pau. Describe, de un modo general, alguna idea que implique el uso de la impresora 3D con fines didácticos.
Tengo especial interés por los robots imprimibles o, como los han bautizado, los PrintBots. En algunos centros ya se han llevado a cabo experiencias de robótica imprimible: los componentes electrónicos son adquiridos y los que constituyen la estructura del robot son impresos en 3D por los mismos alumnos.
Con los estudiantes de Educación Secundaria planteamos la fabricación, construcción y programación del robot. Posteriormente se desarrollan actividades para los compañeros de Educación Infantil y Primaria. De este modo el trabajo de los más mayores repercute directamente en los más pequeños y el aprendizaje es mutuo. Creo que es un buen ejemplo de lo que sería un proyecto transversal entre diferentes etapas que sitúa a los alumnos como protagonistas de su aprendizaje.

La impresión 3D se ha subido a la ola del movimiento o fenómeno maker e, incluso, podríamos decir que la lidera actualmente. Sin embargo, este fenómeno tiene más componentes: Arduino, Raspberry Pi, programación, electrónica o incluso otras herramientas anteriormente vinculadas sólo al sector industrial se están acercando al mundo educativo. ¿Cómo lo valoras?
En los últimos años, mucho estamos oyendo hablar sobre el movimiento maker, en la mayoría de los casos vinculado a la impresión 3D, la electrónica y la programación. Aun así, me gustaría compartir una reflexión sobre el concepto de making y otros asociados como el learning by doing (aprender haciendo) o el learning by making (aprender construyendo).
Para ello, tomaré como referencia la teoría del construccionismo, promulgada en primera instancia por el matemático sudafricano Seymour Papert. Dicha teoría considera que las mejores experiencias de aprendizaje para la mayoría de la gente se dan cuando los sujetos están activamente atraídos en el diseño y la creación de objetos, especialmente aquellos que son significativos para ellos o para los que les rodean.
De acuerdo con esta pedagogía, deberíamos poner el foco de la cuestión en la construcción del conocimiento y no tanto en la del artefacto físico, el cual es el medio para alcanzar dicho conocimiento. Así pues, creo que el movimiento maker debería ir más allá del "hacer por hacer" manipulando componentes electrónicos y deberíamos perseguir que con ello nuestros alumnos estén realmente aprendiendo.
Muchas gracias, Pau.
