La brecha digital

Artículo publicado en el Especial de TIC en la Sociedad de la Información de Comunicación y Pedagogía
Artículo publicado en el Especial de TIC en la Sociedad de la Información de Comunicación y Pedagogía

Inclusión social de las personas mayores en la sociedad de la información. Explicación de las iniciativas, destinadas a las personas mayores, que se basan y potencian la incorporación y uso de las TIC.

La brecha digital y social

La “brecha digital” es el término que se utiliza para expresar esta idea. Es un término amplio, con diferencias según el contexto que se analice (económico, social, tecnológico,…), pero con una misma intención: explicar por qué unos tienen acceso a las Tecnologías de la Información y la Comunicación y otros no.

Existe una gran disparidad de penetración de las TIC en el mundo. Para Castells (2002), esta geografía diferencial tiene consecuencias en la medida en que llegar más tarde que los demás genera disparidad de usos, puesto que como los usuarios son los que definen el tipo de aplicaciones y desarrollo de la tecnología, los que lleguen más tarde tendrán menos que decir en el contenido, en la estructura y en la dinámica de Internet.

La brecha digital se produce entre países y dentro de los países. Dentro de ellos, se encuentran brechas regionales, brechas entre grupos sociales, brechas relacionadas con el nivel educativo o distribución espacial de la población.

La brecha digital es un reflejo de otras brechas sociales y económicas, y éstas a su vez la retroalimentan, consolidan y  pueden convertirse en causa de exclusión social.

Entre los principales factores que la causan, están: la insuficiencia de infraestructura y el nivel de educación. Factores interrelacionados, la infraestructura es clave para la difusión de las TIC, si no existen recursos tecnológicos el acceso a ellos es nulo.

El Plan de Acción aprobado en la primera fase de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información (Ginebra, diciembre de 2003) señala sobre las personas en la Sociedad de la Información que la “Infraestructura de la información y la comunicación: fundamento básico para la Sociedad de la Información”:

“Deberían fomentar el diseño y la fabricación de equipos y servicios de las TIC para que todos tengan un acceso fácil y asequible, incluidas las personas de edad, las personas con discapacidades, los niños, especialmente los niños marginados, y otros grupos desfavorecidos y vulnerables, y promover el desarrollo de tecnologías, aplicaciones y contenido adecuadas a sus necesidades, guiándose por el principio del diseño universal y mejorándoles mediante la utilización de tecnologías auxiliares”.

Pero el acceso a la Sociedad Informacional consiste en algo más que en tener acceso a infraestructuras. Según la “Carta para la Inclusión Digital y Social”1, la brecha digital “es un fenómeno multidimensional que incluye barreras de muy diverso tipo. Algunas de ellas –que resultan muy preocupantes– son de naturaleza mental, de manera que la educación es la mejor estrategia para enfrentarse con estos problemas. Algunos de ellos, como la falta de confianza o de motivación están en el lado del usuario, pero también hay barreras en la producción de los sistemas e-learning, como el desarrollo de sistemas excesivamente formales, tecnologías no adaptadas, ausencia de contextos significativos y metodologías generalistas que no prestan la atención necesaria a los contextos culturales y sociales”.

El elemento educativo es un determinante en el uso de las TIC, sobre todo si no formas parte de la era digital, es muy posible que no sepas cómo utilizar las tecnologías, las personas se desaniman a la hora de hacerlo y posiblemente no las incorporen ni usen en su vida cotidiana. Como recoge el informe de Bridges.org, “Spanning the Digital Divide: Understanding and tackling the issues”2, a parte de proporcionar una infraestructura, que es un paso fundamental, para reducir la brecha digital se deben tener en cuenta aspectos como:

  • Escoger la tecnología apropiada de acuerdo con las necesidades locales donde se va a implantar.
  • Proporcionar una tecnología que sea accesible económicamente para sus usuarios.
  • Formar en el uso de las tecnologías.
  • Preservar la identidad sociocultural y potenciar la integración de los grupos con riesgo de exclusión.
  • Fomentar los contenidos en el idioma local para garantizar su utilidad.
  • Integrar las tecnologías en la sociedad como un elemento más del entorno.
  • Potenciar la confianza en las tecnologías garantizando la privacidad y la seguridad.
  • Crear un marco regulatorio estable que favorezca la expansión de las TIC.
  • Complementar con acciones de desarrollo local que contribuyan a crear un entorno económico propicio.
  • El impulso de la administración, que debe liderar las acciones encaminadas a fortalecer la base del desarrollo tecnológico.

En relación a la “formación en el uso de las tecnologías”, en el ámbito de la brecha digital la formación puede realizar tres aportaciones muy significativas:

En España, las instituciones públicas y privadas, las asociaciones, las fundaciones, etc. han puesto en marcha iniciativas que se basan y potencian la incorporación y uso de las TIC a través de la formación, favoreciendo, así, mayor cohesión social, una sociedad para todos y todas,… y hacia una sociedad para todas las edades.

Iniciativas y proyectos en lal lucha contra... la brecha digital en Asturias

Aula Mentor3 es un sistema de formación abierta, libre y a distancia a través de Internet, promovido por el Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa4 del Ministerio de Educación y Ciencia en colaboración con un amplio número de instituciones (Ministerios, Comunidades Autónomas, Centros Educativos, Ayuntamientos y ONGs) que garantiza una gran flexibilidad en el aprendizaje y una atención directa y cercana al estudiante.

Está basado en una plataforma de formación que incorpora los últimos desarrollos de Internet y ofrece una amplia gama de cursos on line.

Desde un punto de vista metodológico, las TIC están permitiendo romper los paradigmas del aprendizaje tradicional,  aparecen nuevos modelos y estrategias de aprendizaje. Ya no existe un lugar necesario y obligatorio para el aprendizaje, el concepto de tiempo también se modifica, siendo más flexible.

En Asturias, existen varias aulas Mentor: Gijón5 cuenta con un Aula Mentor desde 1996 y desde entonces más de 1.500 personas han tenido la posibilidad de formarse a distancia en algunos de los más de 60 cursos ofertados.

Club Estrella6, es una iniciativa promovida por la Fundación La Caixa, que pone a disposición de las personas mayores un entorno telemático para la interacción y el desarrollo de servicios.

También organiza diferentes cursos y talleres de informática e Internet: Iniciación a la Informática, Internet, Taller de Edición: Word, Taller de Fotografía Digital,… en diferentes aulas de informática dispersas por toda España.

“Fundación La Caixa tiene un convenio firmado con la Consejería de Vivienda y Bienestar Social del Principado de Asturias. En el programa `Acercamiento de los mayores a las tecnologías de la información y comunicación´ se han formado 4.043 mayores y voluntarios de informática en las diecinueve ciberaulas de la red de centros de mayores”.

En Asturias, la Red de Telecentros7, proyecto que lleva en marcha desde el año 2001 con 85 Telecentros, ofrece espacios de acceso público y gratuito a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (para todas las edades).

En los Telecentros, además de infraestructura: equipamiento tecnológico (ordenadores, impresoras, escáner...) y conexión de banda ancha, trabajan un equipo de casi 100 personas que realizan actividades formativas grupales, ayudan individualmente a las personas que acuden al telecentro, apoyan a los/las usuarios/as en su aprendizaje...

Su misión es:

  • Facilitar el acceso público a la red Internet de los/as ciudadanos/as favoreciendo la democratización de acceso a los servicios que proporciona la Sociedad de la Información.
  • Alfabetizar digitalmente a los grupos más alejados del desarrollo e implantación de las TIC.

Se entiende el Telecentro como el punto de confluencia de la parte tecnológica y la parte social que subyace en el término de Sociedad de la Información.

Por ello, las TIC también tienen que estar al alcance de las personas mayores de 65 años. Un estereotipo que se repite mucho en la sociedad actual, es que el uso de las tecnologías tiene edad, se asocia con la gente joven. Pero no hay “a priori” ningún elemento que nos lleve a señalar que la utilización de las TIC sea cuestión de edad.

En un futuro no muy lejano aquellas personas que no hagan uso de las TIC tendrán altas probabilidades de quedarse al margen (ser excluidos)  en la sociedad en la que viven, en la sociedad del siglo XXI, que viene a llamarse Sociedad de la Información.

Inclusión o exclusión social... de las personas mayores

Tal como afirma Pavón (2000), existen sobradas evidencias para afirmar que el acceso y uso de estas nuevas tecnologías de la información (CD-Rom, televisión por cable, comunicaciones vía satélite, Internet…) no está al alcance de la totalidad de la población del planeta, ni tan siquiera de la inmensa mayoría de la ciudadanía occidental, no digamos de las personas mayores. El acceso a la cultura vehiculada por estas tecnologías sólo es una realidad para aquellos cuyo nivel económico les permite comprarlas y que poseen el conocimiento adecuado para comprenderlas y usarlas.

Este hecho refleja que en las sociedades actuales se están configurando dos redes paralelas de acceso a la información. Una red que es la representada por los medios de comunicación tradicionales: prensa, radio, televisión. Y otra red configurada por las TIC: telefonía móvil, TV digital, Internet.

Por tanto, ambas redes representan dos modelos diferentes de socialización cultural. Pavón (2000) sintetiza esta visión, señalando que cada una de estas redes oferta posibilidades y experiencias culturales de distinta naturaleza. Por lo que es previsible que al ser solamente usuario/a de una determinada red comunicativa (por ejemplo aquellos que sean consumidores de cultura de modo casi exclusivo a través de televisión tradicional de masas) puedan verse en un futuro inmediato en una situación de marginalidad cultural respecto a los grupos sociales que utilicen la red comunicativa de medios digitales.

En la información que se presenta en  el gráfico 2, se constata que la televisión ha sido la actividad más frecuente para las personas mayores españolas en el año 2004. “Ver la TV”, “Oír la radio” y “Leer” son actividades habituales entre este colectivo.

El uso de las TIC (navegar por Internet, chatear,  enviar mensajes…) ni siquiera se contempla… si comparásemos esta información con la “actividad más frecuente entre los jóvenes y adultos” nos encontraríamos con interesantes diferencias. Tomando como referencia los datos publicados por el Estudio General de Medios (EGM), 2005 sobre el  perfil por edad del usuario/a de Internet, nos encontramos con que las personas mayores de 65 años tienen altas probabilidades de estar al margen de la red de redes:

Datos estadísticos (Fundación Auna) ponen de manifiesto que las personas mayores utilizan la tecnología en menor grado que el resto de la población, de modo que van quedando rezagados y hasta pueden llegar a quedar excluidos. Frente al 41,9% de la población española que utiliza un ordenador personal, los mayores únicamente lo hacen en un 3,6%. Y lo mismo ocurre en el caso de Internet y el teléfono móvil, con porcentajes de un 1,5% y un 15,4%, muy alejado de la media nacional del 34,7% y el 55,5% respectivamente.

El artículo Obstacles to Older People using Computers8, de Melanie Lewin, ofrece una perspectiva sobre los problemas que afectan a las personas mayores. Un colectivo de edad que concentra muchos factores de exclusión: a la edad avanzada se suma la pobreza, las discapacidades, el nivel de educación, los elementos de género, etc.

Miranda de Larra (2004), sintetiza las barreras de exclusión en cuatro grandes grupos:

  • Barreras funcionales o físicas: Según los datos del estudio “Los Mayores y las Nuevas Tecnologías de la Comunicación”9, que analiza los problemas de acceso al ordenador personal, la mayor dificultad de accesibilidad manifestada es la utilización simultánea de teclas para conseguir símbolos especiales. Otras observaciones del estudio hacen referencia a los periféricos, especialmente al teclado y el ratón.
  • Barreras de dimensión social: La educación y el nivel de formación influyen de forma muy significativa en la propensión a involucrarse en la Sociedad de la Información. También la ocupación y el estatus profesional que haya tenido la persona mayor, pueden facilitar o limitar su acceso. Los datos desvelan que a una misma edad, cuanto mayor sea el nivel de educación, mayor será la propensión a acceder a las TIC.
  • Barreras económicas: La situación económica de la persona es un factor discriminante que tiene efectos muy similares a los sociales, al facilitar o dificultar el acceso a las TIC. El elevado coste del hardware y, en algunos casos, del acceso a Internet detiene muchas veces el uso de las TIC por parte de las personas mayores.
  • Barreras del entorno: Existen otra serie de factores como el entorno social, el tipo de personas que rodean al mayor o variables de tipo geográfico (el entorno rural o urbano o el país de residencia), que van a tener una influencia directa al favorecer o reducir su interés.

El informe “SeniorWatch 2002”10 realiza una ponderación de las variables que más influyen en la absorción de las TIC por parte de la población Mayor europea. Según dicho informe, las barreras que tienen una mayor influencia son las de dimensión social (nivel de formación y actividad), con un 49%, seguida de la edad y el nivel de ingresos.

Dada la importancia de la dimensión social, parece ser que algunas veces la auténtica barrera no es cultural sino generacional. Negroponte (1997), afirma que “si formas parte de la era digital, es muy posible que no sea por desconocimiento o por falta de medios, sino porque has nacido demasiado pronto”. Y ese demasiado pronto puede subsanarse con la Educación Permanente… el aprendizaje a lo largo de toda la vida.

Notas:

  1. http://charte.velay.greta.fr/index.php
  2. www.bridges.org
  3. www.mentor.mec.es/mentor.htm
  4. Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte) en el que quedan integrados el Programa de Nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación y el Centro de Innovación y Desarrollo de Educación a Distancia, ocupándose de la incorporación de la educación a la Sociedad de la Información por medio de la difusión y promoción de las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación aplicadas a la educación, así como el desarrollo de otras formas de teleeducación mediante la adaptación a las nuevas tecnologías de programas avanzados de educación a distancia.
  5. http://platea.cnice.mecd.es/%7Egijon/aula_mentor
  6. www.clubestrella.com
  7. www.asturiastelecentros.com
  8. www.elearningeuropa.info/index.php?page=doc&doc_id=6&doclng=1
  9. Elaborado por el Grupo de Investigación de Gerontología de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Coruña, el Centro de Supercomputación de Galicia (CESGA) e Interarte Servicios Multimedia S.L.., realizado sobre una muestra de Mayores entre 58 y 90 años (edad media de 73 años).
  10. www.seniorwatch.de

Bibliografía

  • CASTELLS, M. (1997). “La era de la información. Economía, sociedad y cultura (Vol. 1: La sociedad red)”. Madrid: Alianza.
  • CASTELLS, M. (1997). “El Poder de la Identidad (Vol. 2: La Era de la Información)”. Madrid: Alianza.
  • CASTELLS, M. (1998). “La era de la información. Economía, sociedad y cultura (Vol. 3: Fin de milenio)”. Madrid: Alianza.
  • CASTELLS, M. (2002). “Lliçó inagural del programa de doctorat sobre la societat de la informació i el coneixement de la Universitat Oberta de Catalunya”. Disponible en: www.uoc.es/web/cat/articles/castells.
  • COMISIÓN DE LAS COMUNIDADES EUROPEAS (1986). “Europa 1985. Nuevas Tecnologías y cambio social” (Informe FAST). Madrid: Fundesco.
  • NEGROPONTE, N. (1997). “Los nuevos `sin techo´ de la era digital”. En Diario El Mundo, nº 42. Disponible en: www.el-mundo.es/su-ordenador/SORnumeros/97/SOR093/SOR093negroponte.html.
  • MIRANDA, R. (2004). “Los Mayores en la Sociedad de la Información: situación actual y retos de futuro”. Madrid: Fundación AUNA.
  • PAVÓN, F. y CASTELLANOS, A. (2000). “El Aprendizaje de los Mayores y las Nuevas Tecnologías”. En ALCALÁ, Mª.E. y VALENZUELA, E. (Ed.) “El Aprendizaje de las Personas Mayores ante los retos del nuevo milenio”. Madrid: Dykinson. pp.197-236.

Autor: Susana Agudo Prado

Susana Agudo Prado es pedagoga en Campa, Formación e Intervención Socioeducativa S.L.


Autor: María Ángeles Pascual Sevillano

Mª Ángeles Pascual Sevillano es Catedrática de Escuela Universitaria en el Área de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Oviedo.


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