La formación de los docentes y las tecnologías del siglo XXI

Propuesta de formación destinada a cualquier profesor de cualquier nivel educativo que crea que debe adentrarse en el mundo de las TIC.
Introducción
El siglo XXI se caracteriza, principalmente, por el desarrollo vertiginoso de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (de ahora en adelante NTIC) en todos los campos. Su capacidad de penetración es tal que los cambios que se están produciendo tanto en la economía como en la política o en la sociedad repercuten de forma directa en el sistema educativo. Como afirma Walsh (2000:69), quizás la revolución tecnológica que hoy vivimos sea uno de los elementos “más importantes de los últimos mil años”.
Los centros educativos (independientemente del nivel en que nos movamos) ante la incursión de las NTIC en su campo de acción, bien como medio bien como recurso o estrategia, provocan una serie de cambios –en el concepto y organización del trabajo, en los modelos formativos, en las estrategias de enseñanza, en la priorización de las necesidades, en las nuevas formas de distribución de los recursos, etc.– que, a veces, por un lado provocan la inclusión en el curriculum escolar de forma forzada y por otro una modificación en la concepción de las relaciones que se establecen entre todos los elementos implicados en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Esta situación reclama que la actuación de los centros sea de “creatividad, adaptabilidad o flexibilidad para hacer frente a situaciones difícilmente previsibles y a los retos modernos de un orden muy distinto al de las competencias del pasado” (Blázquez, 2001: 237-238).
La incorporación de las NTIC a la educación va a suponer el desarrollo de nuevas funciones en el docente y en el alumnado, facilitando no sólo la obtención de nuevos materiales y la posibilidad de comunicarse con otras personas, sino también posibilitar el aprendizaje on-line y la realización de gestiones administrativas y comerciales, además de actuar como otra forma de medio publicitario que entretiene y motiva (Cabero, 2000). Para que estas funciones se desarrollen en plenitud, se ha de abogar por una nueva forma de ver y entender la enseñanza, además de por un nuevo profesor que sepa hacer frente a los nuevos modelos de educación que se presentan.
Hoy hay quien afirma (Rodríguez Izquierdo, 2005) que “apostar por una educación tecnológica y por la integración de la Tecnología de la Información y la Comunicación en la escuela ha dejado de ser un reto para convertirse en una necesidad” (214).
Ante esto, el profesorado debe saber emplear las tecnologías como un medio que le ayude en la transmisión de modelos educativos que ayuden al alumnado a desarrollar una perspectiva crítica ante la información que le llega desde cualquier tipo de NTIC. Los docentes deben saber, además, despertar en sus alumnos el interés por las NTIC, más allá del tiempo libre y de ocio, siempre de forma responsable, sabiéndoles hacer ver las limitaciones y ventajas que en ellas puede encontrar.
Como señala Cabero (2002), la nueva realidad cultural y social que ha producido el desarrollo de las tecnologías presenta una nueva verbalización o terminología que los docentes deben conocer y manejar con soltura, por ello el empleo de las NTIC en todo su potencial dependerá de las posibilidades de uso, disfrute y conocimiento del usuario, en este caso el profesor. Por ello, consideramos que el papel del docente, aunque sigue siendo esencial en el desarrollo de los procesos de enseñanza-aprendizaje, debe de ir adaptándose a la nueva realidad tecnológica de los centros escolares. Deben, en definitiva, “convertirse en transformadores de la educación” (Gisbert, 2000: 318).
Para este nuevo perfil, tanto social como educativo, incluso podríamos añadir político, el profesorado debe estar preparado, debe estar formado. Para ello no basta con ofertarle propuestas de formación referidas a cursos o congresos, hay también que saber hacerle llegar los aspectos más destacados y las grandes posibilidades que el uso o integración de las NTIC en el curriculum conlleva. Hay que saber despertar en él el interés y la curiosidad, al igual que él después hará con sus alumnos.
Formación y NTIC
Todas las modificaciones, revoluciones, cambios, etc. que hoy se están produciendo y que vienen de la mano de la evolución que sufren las NTIC se reflejan directamente en todos los sistemas en los que el hombre se desarrolla. Dentro del sistema educativo, esta circunstancia pone de manifiesto la necesidad de “modificar los esquemas tradicionales de la enseñanza” (Aguaded, 2001:6), y más en concreto la labor del profesorado.
Históricamente al docente se le ha asignado una función social y económica, además de socializadora. Todas ellas deben ser entendidas dentro de la óptica tecnológica, asumiendo las nuevas funciones que esta circunstancia conlleva. Blázquez (2001:224) señala las siguientes funciones que el docente debe desarrollar en estas circunstancias, además de indicarnos las tareas a desarrollar desde cada una de ellas:
No obstante, la incorporación de las NTIC presenta tanto ventajas como inconvenientes que han de ser tenidos en cuenta a la hora de pensar en propuestas de formación. A continuación, señalamos algunas de ellas con el fin de llamar la atención sobre las mismas, ya que a raíz de ellas pueden aparecer o quedar reflejadas las necesidades que los docentes sienten pero que no verbalizan:
En definitiva, debemos tratar de potenciar una enseñanza de calidad en la que el profesor sea su principal protagonista, con la que se convierta en un facilitador, en un guía y en un dinamizador del aprendizaje, se debe pasar del teaching by telling al learning by doing. A continuación vamos a presentar una propuesta de formación cuyo objetivo final es la integración por parte del docente de las NTIC en el desarrollo del curriculum educativo.
Desarrollo formativo en el uso de las NTIC
La formación de los docentes en el uso de las NTIC no debe consistir en la mera adquisición, de forma rutinaria, de todos aquellos conocimientos y estrategias que hay a su alcance, sino como señalaba no hace mucho tiempo Cebrián (1999: 143) en “el desarrollo de capacidades y procedimientos, diagnósticos, decisiones, evaluación de procesos, reformulación de proyectos y génesis de pensamiento crítico”.
La formación en el uso y consumo de las NTIC va más allá de la mera asimilación de contenidos. Exige una implicación que conlleve la superación de las lagunas, la expresión de las necesidades, propuestas de objetivos, esperanzas de uso, etc., lo cual implica tener en cuenta una serie de aspectos previos que presenta la figura del docente, como son las necesidades, el interés, la motivación o el conocimiento previo.
Todos estos aspectos determinan el modelo de aprendizaje que queremos desarrollar. Estos pueden ir desde modelos que se centran en el autoaprendizaje del alumno (docente), lo que implica la adquisición de habilidades a través de la realización de ejercicios de forma individual –pero en sesiones que pueden ser en grupo– hasta aquellos que son simples reuniones de carácter informal con otros compañeros donde se debate y reflexiona sobre la situación, se plantean dudas y problemas además de formas posibles de solución.
Independientemente del modelo por el que nos decantemos, debemos tener en cuenta que el éxito de un programa, curso, seminario o congreso de formación en el uso y consumo de NTIC por parte de los docentes tendrá medio camino ganado si es atractivo en sus contenidos, actividades y objetivos a lograr.
Nosotros proponemos un programa de sesiones grupales, en las cuales se desarrollará por una parte un autoaprendizaje del alumno (docente) tanto en el aula como fuera de ella, siendo nuestro principal objetivo el ayudar al profesor a superar las lagunas de conocimiento y la posible tecnofobia que algunos presentan. A nivel específico puntualizamos los siguientes objetivos específicos:
- Dar a conocer todas las posibilidades que las diferentes NTIC presentan en su integración en elcurriculum escolar.
- Lograr el dominio de las NTIC, teniendo encuenta las limitaciones físicas y psicológicas de los alumnos (docentes).
- Ayudar a conocer y determinar las características de las NTIC en la clase, en función del curriculum a desarrollar.
- Diseñar estrategias metodológicas de introducción de las NTIC en el aula, siempre en función del aprendizaje desarrollado en la clase por el alumno (docente).
- Potenciar la adquisición de un conocimiento de carácter tecnológico (hardware y software) (Yanes y Area, 1998).
Todos estos objetivos nos van a permitir desarrollar en el profesor (alumno) las siguientes capacidades:
- Capacidad para la selección crítica de las NTIC que crea más convenientes, no sólo en función de sus necesidades y/o destrezas en el uso de las mismas, también en función del curriculum y la ecología del aula escolar.
- Capacidad para experimentar con algo nuevo.
- Capacidad de asignar una línea organizativa y didáctica a las NTIC.
Estas capacidades nos dibujan al profesor como un aprendiz adulto que debe superar la visión tradicional que de él se tiene –transmisor de conocimientos meramente escritos– (Gallego y Alonso, 1997).
Las actividades a desarrollar vienen de la mano de los contenidos y de las capacidades antes mencionadas. Abogamos por una batería de acciones flexible, que se adapte a la realidad diaria que los docentes (alumnos) presentan. En general proponemos agruparlas en tres grandes bloques denominados: iniciación, mantenimiento y perfeccionamiento. Todos ellos tendrán un subcomponente teórico y otro práctico. Al final de cada uno de ellos se realizarán sesiones de reflexión y feedback en grupo, donde los docentes (alumnos) expondrán los aspectos positivos y negativos de la herramienta trabajada, además señalarán las posibilidades o usos didácticos que se les puede asignar en función de las especialidades de cada uno de ellos.
A modo de ejemplo proponemos las siguientes actividades de carácter práctico, centrándonos en una tecnología que se encuentra al alcance de todos como es la televisión:
- Actividades de iniciación
- Relacionar los diferentes términos con los objetos mostrados construyendo frases y dándoles a los objetos una utilidad curricular, a través de un mapa conceptual.
- Describir las características de la televisión como medio de comunicación de masas.
- Buscar las posibilidades didácticas de la televisión.
- Sesión de feedback entre los diferentes alumnos para determinar las ventajas e inconvenientes de las tecnologías trabajadas.
- Actividades de Mantenimiento
- Elección de un tema del curriculum y determinar la relación entre la televisión y éste.
- Elegir un programa de cualquier cadena de televisión y relacionarlo con el curriculum.
- Determinar las ventajas e inconvenientes de la elección anterior a través del diseño de actividades a realizar tanto por el docente como por el alumnado.
- Sesión de feedback entre los diferentes alumnos para determinar las ventajas e inconvenientes de las tecnologías trabajadas.
- Actividades de Perfeccionamiento
- Elaboración de un proyecto de actuación con la televisión, como instrumento transmisor de un contenido del currículo de la etapa educativa en la que trabaje el alumno (docente), donde se implique a toda la comunidad educativa, como puede ser el desarrollo de una cadena/programa televisivo a nivel de centro.
- Sesión de feedback entre los diferentes alumnos para determinar las ventajas e inconvenientes de todo el curso.
Todas las actividades que diseñemos deben implicar un intercambio de conocimientos entre los docentes (alumnos), deben permitir la creación de situaciones de simulación de contextos reales de aula, posibilitar la reflexión en y sobre la práctica y, por último, el desarrollo de la capacidad de autoformación y autogestión de los conocimientos adquiridos (Gisbert, 2005).
Epílogo
El desarrollo y la introducción de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (NTIC) de forma masiva en los centros educativos está poniendo de relieve una realidad que, aunque era conocida, no se había constatado hasta ahora: la reticencia de algunos docentes de incluir las NTIC en el desarrollo del curriculum escolar por la falta de formación en las mismas. Aunque es bien cierto que en estos momentos parece ser que el énfasis por parte de los sistemas educativos recae en el empleo de las NTIC, la falta de propuestas atractivas, la obligatoriedad de realización con que se presentan algunas de ellas junto con la tecnofobia de los docentes y demás circunstancias que le rodean, tanto a nivel profesional como personal, hace que la incorporación de las NTIC se realice de forma tímida.
Las dificultades de inserción curricular de los medios es una consecuencia directa de la falta de formación en ellos por parte de los docentes (Marín, 2004). Para la superación de esta circunstancia, se exige una actitud de apertura y aceptación de los mismos, en primera instancia, por los profesores, por ello compartimos con Cebrián (1999) la idea de orientar la formación hacia aquellos aspectos que en un principio provoquen el éxito rápido, ante los posibles fracasos que pueden producirse posteriormente, cuando el desarrollo del programa sea más profundo.
Saber compaginar factores tan diversos como son la infraestructura, el lugar habitual de trabajo –generalmente el aula–, los procesos de reflexión interna, la motivación intrínseca, el interés, el atractivo, la preparación y la disponibilidad horaria ya que suelen ser los principales elementos que van a condicionar el logro del desarrollo de este tipo de programas.
En definitiva la realización de un programa de formación de profesores en el uso de NTIC debe desarrollar una serie de conocimientos básico –del contexto social y educativo, de las funciones prácticas, del potencial educativo y didáctico de las mismas, de su adecuación curricular y sus posibilidades de modificación o adaptación. (Gutiérrez, 1998)– en la figura del docente del siglo XXI. Todo ello hará que las NTIC sean vistas y sentidas como un elemento más en las metodologías didácticas desarrolladas en el aula.
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Autor: Verónica Marín Díaz
Verónica Marín Díaz es Doctora en Pedagogía, coordinadora para la provincia de Córdoba del grupo Comunicar y profesora de Nuevas Tecnologías en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Córdoba.
Autor: Mª Josefa Vilches Vilela
Mª Josefa Vilches Vilela es licenciada en Psicopedagogía. Miembro del grupo Comunicar por la provincia de Córdoba. Profesora de Nuevas Tecnologías en la Escuela Universitaria de Magisterio "Sagrado Corazón" de la Universidad de Córdoba.

