Pilar Molina: «Me gusta crear ambientes y lugares en los que desarrollar aventuras interiores»

Entrevista publicada en el nº 272 Especial Cine y Literatura
Entrevista publicada en el nº 272 Especial Cine y Literatura

Pilar Molina, ganadora del último premio Edebé en la categoría juvenil, nos muestra algunos de los rasgos referentes a sus obras y su personal manera de escribir. Se nos presenta como una persona intimista y con un gran respeto hacia el lector o la lectora sin distinguir la edad de quien la lee.

¿Cómo fue el presentarse al Premio Edebé y qué sintió al saber que había ganado en la categoría Juvenil?

Me presenté al Premio Edebé porque es un premio de gran prestigio en el mundo de la literatura infantil y juvenil y, de vez en cuando, hay que intentar dar un poco de brillo al trabajo para que lo vean los demás. Me sorprendió que me lo dieran porque a estos premios se presentan muchos autores y la calidad de las obras suele ser muy alta.

Tesa, un título bien corto para una obra ganadora. ¿Quién es Tesa y qué hay en ella de Pilar Molina?

Tesa es el nombre de la protagonista. La historia está contada en primera persona y por eso, Tesa, lo que siente y lo que piensa, está presente en cada página. Me pareció que era un buen título, aunque tiene un subtítulo mucho más largo: El despacho de don Baltasar de Garciherreros.

Siempre hay algo del autor en su obra. En el caso de Tesa, tal vez la manera de enfrentarse a su miedo, el poder de la curiosidad, el gusto por la arquitectura y la decoración…

¿Suele presentarse a premios literarios y cuáles son las razones?

Un premio avala la calidad de una obra. Hay muchos libros interesantes que pasan desapercibidos y se pierden entre todo lo que se publica. Un premio es una llamada de atención, de promoción, y también una manera más rápida de publicar. Cuando tengo una historia terminada y a mi gusto, y está dentro del tiempo de presentación en la convocatoria de un premio, lo suelo presentar. Es un intento por acortar las larguísimas listas de espera de las editoriales.

¿Trabaja durante el día o prefiere la noche?

Una novela se compone de dos partes básicas: lo que quieres contar y la forma en que lo cuentas. Lo que quiero contar: el argumento, los personajes, la ambientación, el punto de vista… lo pienso y lo maduro en cualquier momento del día. No es necesario que esté sentada a la mesa o que tenga un bolígrafo y un papel cerca. Lo trabajo, y lo disfruto, a cualquier hora, en cualquier momento, haciendo la compra, conduciendo, planchando, cocinando… Cuando ya decido contarlo, pasarlo a palabras, prefiero la noche por el silencio y ese estado especial de calma que te permite pensar mejor. Luego, los repasos, las correcciones, los cambios… los hago a cualquier hora, en cualquier sitio, hasta con interrupciones.

¿La inspiración llega por sorpresa, o se presenta cuando está trabajando?

La idea para contar una historia puede surgir en cualquier momento, ante una noticia, un comentario, una emoción o una vivencia. Si la motivación es lo suficientemente fuerte, la inspiración, si queremos llamarlo así, se mantiene durante todo el proceso de trabajo. No es una corriente mágica que aparece de pronto y te ilumina, es el producto del tiempo y el interés que dedicas a la idea que te emocionó en un primer momento.

¿Cuáles son los temas que prefieres a la hora de escribir?

Me gusta crear ambientes y lugares en los que desarrollar aventuras interiores. No hace falta buscar tesoros, salir al espacio, ser espía o meterse en lo profundo de la jungla para vivir una aventura. Hay enormes aventuras, a veces sin terminar, en las personas con las que nos cruzamos cada día. Hay verdaderos dramas y situaciones extremas escondidos en el día a día de las personas que nos saludan o nos sonríen en nuestra rutina. De eso me gusta escribir.

Sus obras están dirigidas a un público específico, o dicho de otra forma, prefiere escribir para adultos, niños o jóvenes?

Empecé a escribir siendo muy joven y mi primer libro fue una novela para jóvenes. Siempre he estado entre niños y jóvenes y me siento muy bien hablando con ellos. ¿Por qué cambiar?

Desde que empezó a escribir su primera obra hasta este último premio, ¿Ha habido cambios importantes en el proceso de publicación? ¿Qué facilidades o inconvenientes se encontró al principio que no tenga ahora?

Cuando publiqué mi primer libro había menos editoriales dedicadas a los jóvenes y la publicación estaba muy controlada. Después fueron unos años en los que se publicaba mucho. Se engordaban las colecciones con obras de muy variada calidad con tal de avanzar números. En la actualidad, las editoriales luchan por sobrevivir y seleccionan mucho más las obras que publican. Tienen verdaderas listas de espera.

Según usted, ¿es correcto afirmar que el papel y la pluma han pasado a la historia dejando sitio al ordenador?

Cada escritor tiene sus costumbres. Hay quien termina su obra en papel antes de pasarla al ordenador, otros autores hacen un borrador que luego pasan a la pantalla, cambiando y corrigiendo. Otros, como yo, escriben directamente sobre el teclado. La pantalla del ordenador te permite ver la página entera, escribir como si estuvieras leyendo. Se borra, se cambia y se corrige con mucha facilidad y te facilita consultar notas, datos o palabras sin levantarte del sitio. Es sin duda, un gran avance que no deja de perfeccionarse y nos hace el trabajo más cómodo.

¿Tiene algún libro que sea para usted el de mejor recuerdo y qué autores o autoras le incitaron a escribir?

Hay muchos libros, muchos personajes, que acompañaron mi infancia. Los cuentos de Oscar Wilde, las novelas de Karl May, los fantásticos personajes de José Mallorquí… y el asombro de La Iliada y La Odisea, después La Divina Comedia de Dante, Shakespeare… y sobre todo los personajes que inventábamos mi hermana y yo jugando con recortables sacados de fotos y anuncios de revistas, o en un primitivo juego de rol, que jugábamos en cualquier momento, en el que movíamos varios personajes distintos cada una.

¿Es crítica consigo misma o tiene alguna persona o personas que son sus críticos más duros para sus obras?

Soy muy exigente con mi trabajo, especialmente en el momento de crear los personajes, y muy meticulosa en las correcciones finales, pero no suelo buscar la opinión de nadie mientras trabajo. Una vez que el libro está publicado, me gusta oír las opiniones de los lectores. Me ayuda a saber qué busca el lector en un argumento en concreto.

Seguro que tiene proyectos en marcha ¿Nos puede adelantar algo al respecto?

Tengo entre teclas, un cuento con personajes actuales metidos en un mundo de bosques, lobos y brujas y, en proceso de pensamiento, una historia épica teñida de fantasía.

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Autor: Israel Aliaga Alcolea

Israel Aliaga es licenciado en Antropología Social y Cultural y director de la Revista de Literatura en el Centro de Comunicación y Pedagogía.


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