Premios Barcanova de Literatura Infantil y Juvenil

El acto oficial de la entrega de los VI Premios Barcanova de Literatura Infantil y Juvenil se efectuó en el Espai Cultural de Abacus Cooperativa y fue presentado por el presidente del jurado, Enric Larreula.
Los actos de entrega de este premio se inciaron con una rueda de prensa, presentada con las palabras del Director General quien comentó el cambio de fecha en la entrega de los premios, ahora en Navidad, y que cree que éste es uno de los motivos que han hecho subir bastante las ventas. La dotación económica del galardón es de 20.000 euros para el primer premio y 6.000 para el segundo, entregando también una escultura, este año de Miquel Aparici, que reproduce un barco de bronce que lleva por vela un libro de madera.
El objetivo fundamental de este premio es “fomentar la creación literaria en lengua catalana dirigida específicamente a los lectores infantiles y juveniles de todos los territorios de habla en catalán, con la voluntad de difundir el gusto por la lectura y potenciar la creación de lectores”.
En esta ocasión, la sexta convocatoria del premio, se comentó que son 81 las obras presentadas, de ellas 35 en la modalidad de juvenil y 46 para infantil y remarcó que ha habido cantidad y calidad. Hizo hincapié en el modo de selección que es una de las cosas que diferencia el Premio Barcanova de otros premios de LIJ. El sistema por el que se rigen a la hora de seleccionar las obras ganadoras es el siguiente: los originales se envían primero a 300 profesores de toda Cataluña que por vía digital se leen las obras a razón de 10 obras por profesor, 5 de la modalidad infantil y 5 de la juvenil. Cada profesor completa la ficha de opinión, a partir de un cuestionario que elabora la editorial y da la valoración personal a las obras que le hayan correspondido valorar. Con los resultados obtenidos se escogen las 10 obras que serán finalistas y que pasan a ser valoradas por el jurado, que este año estaba presidido por el reconocido escritor Enric Larreula, e integrado por la escritora ganadora de la anterior edición del galardón, Eulàlia Canal; la bibliotecaria Anna Gasol, el librero Antoni Daura, las profesoras Roser Montañola y Remei Marina; y la especialista literaria Anna Maria Farrés. El jurado destacó de la obra ganadora el hecho de ser la vivencia de una situación de dolor y de conflicto, pero que, sin embargo, es una obra vitalista con un tratamiento extraordinario del tema del dolor. Por lo que respecta a la finalista llamó la atención el que la bruja no sea una bruja mala, y el aspecto medioambiental con el que se trata el tema del agua.
El director de proyectos de la editorial, Josep-Manuel Rafí, manifestó que las obras ganadoras destacan por su “frescura, ironía, humor e inteligencia” con la que abordan temas de actualidad mediante personajes muy bien construidos.
A las preguntas de los periodistas que asistimos a la rueda de prensa, la ganadora, Gemma Pascual, nos comentó respecto a su obra Llàgrimes sobre Bagdad (Lágrimas sobre Bagdad), que es una novela con trasfondo social. Está situada en el ambiente de guerra del Irak de 2003 y narrada con los ojos de una niña de trece años que estudia ballet porque quiere ser bailarina, pero la guerra rompe sus sueños.
Gema nos explicó que todo empezó a partir de una noticia aparecida en un periódico en el que se mostraba a unas niñas irakíes practicando ballet en una escuela de danza en enero de 2003, antes del ataque que fue en marzo. Esto le llamó la atención y empezó a documentarse sobre esta escuela y la realidad irakí para lo cual leía la prensa internacional e investigaba en Internet y se puso en contacto con ONG’s. “Me presenté a este concurso porque quería que esta historia tuviera mucha difusión”.
Todo pues, empezó como una investigación desde antes de iniciarse la guerra y vio que la gente de Irak era igual que nosotros, con los mismos problemas y los mismos intereses. Con esta obra pretende mostrar a los jóvenes que en Irak también hay niños que van a la escuela, tienen sus sueños y, de un día para otro, han pasado a vivir como en la Edad Media. Según la autora la construcción de esta novela le costó tres años porque le afectó tanto la situación de los iraquíes que tuvo que parar de escribir un tiempo.
Carles Sala, un joven escritor, ha sido el ganador del segundo premio con la obra infantil Flairosa, la bruixa dels sabons (Flairosa, la bruja de los jabones), también respondió a las preguntas de los periodistas diciéndonos que su obra es una historia que pretende que los más pequeños vean la importancia de proteger el medioambiente y por eso creó a esta bruja tan especial como protagonista. Él tenía mucho interés en crear una bruja que fuera alternativa y que se distinguiera de las que suelen salir en los cuentos. La bruja de su historia, que es hija de un jabonero, utilizará sus jabones mágicos y sus burbujas para defender al pueblo de un malvado brujo, Nastapat, que quiere contaminar todo el valle con sus malos olores.
Este joven escritor, conoce bien el mundo infantil ya que trabajó como profesor en una escuela, pero su afición a la escritura hizo que lo dejara y ahora escribe y hace también trabajos de artesanía. Nos comentó que: “Me gusta escribir para los niños, porque me siento muy cómodo y es más fácil ser verosímil, en cambio los adultos tienen muchos más prejuicios”. Ésta es la primera obra que publica.
El acto oficial de la entrega de los premios se efectuó en el Espai Cultural de Abacus Cooperativa y presentado por el presidente del jurado, Enric Larreula. La nueva convocatoria ya está en el aire y se fallará en diciembre.


