César Mallorquí: «Una lectura obligatoria ha de ser una buena lectura, pero también una lectura seductora»

Artículo publicado en el nº 270-271 Especial Aniversarios y Lecturas recomendadas
Artículo publicado en el nº 270-271 Especial Aniversarios y Lecturas recomendadas

Es evidente que la aventura, César Mallorquí la lleva en la sangre. Sus autores preferidos y los libros que escriben lo dejan bien patentes.


¿Qué autor o autores le impactaron o influyeron más en su etapa de lector juvenil? ¿Por qué?

Durante mi infancia, mi autor favorito era Richmal Crompton, la escritora de las historias de Guillermo Brown. Y también Hergé y sus aventuras de Tintín. Y Julio Verne, por supuesto. Y, más por supuesto todavía, José Mallorquí, mi padre. Después, en la adolescencia, me impactaron varios escritores de ciencia ficción: Robert Heinlein, Ray Bradbury, Fredric Brown o Clifford D. Simak, entre otros. Por último, en mi primera juventud, me hice adepto a Jorge Luis Borges, Gabriel García Márquez y P. G. Wodehouse. Hay muchos más, pero creo que esos son los principales en aquel periodo de mi vida.

¿Por qué? Pufff... voy a intentar resumirlo. De José Mallorquí, mi padre, aprendí tantas cosas sobre literatura que la lista sería inagotable. Richmal Crompton, Fredric Brown y Wodehouse me mostraron el inmenso tesoro que es el humor. Verne y Hergé conformaron mi visión del mundo y estimularon mi curiosidad. Bradbury y Simak me abrieron las puertas del humanismo. García Márquez me mostró el poder de la prosa. Borges me adentró en un universo paralelo. Y en cuanto a Heinlein, con el tiempo he descubierto que es el escritor que más ha influido en mi forma de entender la literatura juvenil.

¿Qué cinco libros recomendaría para un público infantil y/o juvenil?

Dado que apenas conozco la literatura infantil, me remitiré sólo al sector juvenil. Y como cinco títulos me parecen pocos, he incluido alguno más (aunque siguen siendo pocos).

  • El guardián entre el centeno, de J. D. Salinger.
  • El señor de las moscas de William Golding.
  • 20.000 leguas de viaje submarino o Viaje al centro de la Tierra, de Julio Verne. O El mundo perdido, de Arthur Conan Doyle.
  • Flores para Algernon,de Daniel Keyes.
  • Fahrenheit 451 o Crónicas Marcianas, de Ray Bradbury.

¿Puede decirnos los motivos que le han llevado a elegir cada uno de estos títulos?

El guardián entre el centeno, aparte de ser una obra maestra de la literatura mundial, es en mi opinión, la novela que más se aproxima a la mentalidad adolescente.

El señor de las moscas está protagonizada por niños, pero es una de las novelas más duras que he leído. Una mirada al lado oscuro del ser humano y una magnífica lección para cualquier joven.

Las obras de Verne y Doyle son, sencillamente, apasionantes. Una necesaria visita a la aventura clásica, a la que podríamos añadir otros nombres, como los de Wells o Stevenson.

Flores para Algernon es uno de los libros más emotivos que he leído jamás (de los pocos que me han hecho llorar como una Magdalena). Toda una lección de humanismo y sensibilidad.

Bradbury es en realidad un poeta. Sus Crónicas marcianas conmueven y hacen pensar, y Fahrenheit 451 es un canto de amor a la literatura.

Las obras de Verne y Doyle son,
sencillamente apasionantes.
Una necesaria visita
a la aventura clásica

¿Qué opinión tiene sobre la lectura obligatoria que se establece en los centros educativos? ¿Resulta positiva o contraproducente?

La lectura debe ser una seducción, no una obligación. Cuando un niño nace en una familia lectora, esa seducción se produce de forma natural. Pero muchísimos niños nacen en familias donde jamás entra un libro; ¿Cómo van a ser seducidos por algo a lo que no están expuestos? Ahí es donde intervine el colegio con las lecturas obligatorias. Un amigo mío, profesor, me decía que de no ser por esa obligatoriedad, muchos niños y jóvenes no leerían nada en su vida. ¿Positivo o contraproducente? Pues depende de lo que obligues a leer, porque no basta con recomendar una buena lectura. Por ejemplo, cuando yo iba al colegio lo que obligaban a leer era clásicos del Siglo de Oro, una absurda idea que hizo aborrecer la lectura a muchos jóvenes de mi generación.

Una lectura obligatoria ha de ser una buena lectura, por supuesto, pero también una lectura seductora. Debe tratarse de libros muy divertidos; entendiendo que “divertido” es lo contrario de “aburrido”, no de “serio”.  Como escritor de literatura juvenil, ese es mi principio básico: lo que escriba ha de ser lo suficientemente divertido y apasionante como para poder competir con todas las alternativas de diversión con que, hoy por hoy, cuentan los jóvenes.

Teniendo en cuenta el preponderante papel que están alcanzando las Nuevas Tecnologías, ¿Considera cercano el día en que sea usual ver un ebook en manos de un niño?

Sinceramente, creo que el e-book va a tener muy poquito futuro. Desaparecerá en cuanto las tabletas incorporen el sistema de “tinta electrónica” (algunas ya lo hacen). Pero bueno, sí, estoy seguro de que los escolares acabarán yendo a clase con una tableta en vez de con una pesada mochila. O, más probablemente, las clases estarán informatizadas y los alumnos no tendrán que llevar nada.

¿Qué futuro vislumbra a la edición tradicional en papel?

A corto y medio plazo, papel y digital convivirán, con predominio para el papel. Después... quién sabe. Personalmente, creo que los libros en papel no desaparecerán nunca. Son demasiado bellos para extinguirse.

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Autor: César Mallorquí

César Mallorquí (Barcelona, 1953) es periodista, publicitario, escritor y ocasional articulista. Desde los años 90 se dedica casi exclusivamente a la literatura, habiendo obtenido, entre otros galardones, el premio UPC de ciencia ficción, el premio EDEBÉ, el premio Gran Angular o el premio Cultura Viva de Narrativa. Entre su producción cabe mencionar la trilogía de aventuras Las asombrosas memorias de Jaime Mercader, de la que ya han aparecido dos títulos: La cruz de El Dorado y La piedra inca. Vive en Madrid, está casado y tiene dos hijos.


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