WALL-E

Artículo publicado en el número 60 de la revista Making Of
Artículo publicado en el número 60 de la revista Making Of

Análisis del largometraje de animación WALL-E, una película de Andrew Stanton cuyo protagonista es un pequeño robot que vive en una Tierra con un grave deterioro medioambiental. Aquí presentamos un artículo que muestra como utilizarla de forma didáctica.

Argumento

Estamos en el futuro. En la Tierra, a causa del deterioro ambiental al que la han sometido los humanos, resulta imposible vivir. Por ello los humanos han decidido dar un crucero por el espacio y dejar en la Tierra a una serie de robots que tienen la misión de limpiar toda la basura y volver a dejar el planeta habitable. WALL-E (abreviatura de Waste Allocation Load Lifter Earth-Class) es uno de esos robots programados para limpiar el planeta, llenando cubos y cubos de basura. Sin embargo, tras 700 años de soledad, el robot sufre una pequeña avería en su sistema: ha desarrollado su propia personalidad. Es muy curioso, perspicaz y se siente bastante solo. Mientras sus compañeros metálicos hace años que han dejado de trabajar, él todavía recoge la basura y sigue cumpliendo con su cometido.

WALL-E, que vive con la única compañía de su cucaracha, ha reunido un ingente tesoro de objetos que almacena en un camión de transporte al que él llama hogar. WALL-E sueña con descubrir algo que le saque de su monótono trabajo diario y vivir increíbles aventuras por toda la galaxia. Este sueño le transporta por toda la galaxia y le hará vivir una aventura que supera todas sus expectativas. Todo cambia cuando conoce a EVE, una estilosa y avanzadísima androide, que viaja hasta la Tierra para comprobar como van las obras de limpieza. Cuando WALL-E la vea quedará prendidamente enamorado de ella.

Making Off

  • La idea de WALL-E se fraguó en 1994 en una comida a la que asistieron los responsables de Pixar y el director Andrew Stanton. Con Toy Story, su primera película, en fase de producción, el grupo se dio cuenta de que ésta sería un éxito y que había que pensar en otro filme. En esa reunión se habló por primera vez de las bases de lo que después fueron filmes como Bichos, Monstruos S.A. o Buscando a Nemo. Una de las ideas que se barajaron en esa comida fue la historia de un pequeño robot al que hubiesen abandonado en la Tierra y que nadie se acordó de apagar. Esa idea, años después, fue tomando forma de la mano de Stanton que la pulió hasta que de ella se pudo extraer una película.
  • Al director le han influido en su carrera determinadas películas de ciencia-ficción de los años 70. Según sus propias palabras: “películas como 2001: Una odisea del espacio, La Guerra de las Galaxias, Alien, Blade Runner y Encuentros en la tercera fase,  me transportaban a otros lugares y llegaba a creer que esos mundos existían ahí fuera. Desde entonces, no he visto ninguna película que me haya hecho sentir que estaba en el espacio, y quería recuperar esa sensación”. Junto a Jim Reardon, Stanton redactó un guión en el que se incorporaban sus ideas, intentando profundizar en la compleja psicología de los personajes.
  • Una vez elaborado el guión, se planteó la animación. Para ello el equipo de Pixar visitó plantas de reciclado para observar los gigantescos trituradores de basura y otros tipos de máquinas. También estudiaron robots de verdad en los Estudios, y vieron una gran número de películas clásicas (desde cine mudo hasta películas de ciencia-ficción) para captar el lenguaje cinematográfico. Ciñéndose al lema de Pixar de ser “fieles a los materiales”, los robots que diseñaron los animadores estaban dotados de una función específica. Intentaron adaptarse a las limitaciones físicas de cada diseño a la vez que creaban distintas personalidades.
  • Uno de los aspectos más importantes de la película fue el diseño de los robots. El diseñador de producción Ralph Eggleston (Los Increíbles, Buscando a Nemo, Toy Story), se inspiró en los dibujos de la NASA de los años cincuenta y sesenta. Ralph Eggleston recuerda: “Para perfilar el aspecto de esta película no pensamos en cómo iban a ser las cosas en el futuro. Era sobre cómo podría ser el futuro, una noción mucho más interesante. Esa fue la idea fundamental a la hora de diseñar la película. Para diseñar el aspecto de los personajes y del mundo en el que viven, queríamos que el público creyese realmente en el mundo que estaba viendo en la pantalla. Queremos que los personajes y su mundo sean reales, no que tengan un aspecto real, sino que sean reales en lo que se refiere a credibilidad”.
  • Los animadores de la película tuvieron que enfrentarse a nuevos retos, ya que debían crear un elenco de robots y humanos. Gracias a la dirección de los supervisores de animación Alan Barillaro y Steve Hunter (y 50 animadores en los momentos más álgidos de la producción), y a la experiencia y el talento del director de animación Angus MacLan, esta película representa otro gran triunfo para el arte de la animación. Jim Reardon, director de la animación, observa: “Lo que no queríamos hacer en esta película era dibujar robots que pareciesen humanos, con brazos, piernas, cabezas y ojos, y que además hablasen. Queríamos utilizar objetos que normalmente no relacionamos con características humanas y ver qué podíamos hacer con sirviéndonos del dibujo y la animación”. Stanton por su parte explica: “Queríamos que el público creyese que estaba viendo cómo una máquina adquiría vida propia. Cuanto más crean que es una máquina, más les atraerá la historia”. Uno de los máximos desafíos a los que se enfrentaron los animadores fue la necesidad de comunicar con claridad sentimientos y acciones sin recurrir al diálogo tradicional.
  • Para ayudarles en su tarea, los realizadores y el equipo de animación se reunió con técnicos que diseñaban robots de verdad, visitaron a científicos de la NASA en el Laboratorio Jet Propulsion, asistieron a conferencias sobre robots, e incluso se llevaron algunos robots para estudiarlos, incluido un detector de bombas del departamento de la policía local. Para comprender qué aspecto podrían tener los humanos tras cientos de años de vivir a todo lujo en el espacio, un experto de la NASA les habló sobre conceptos como la atrofia y los efectos de la gravedad cero en el cuerpo.
  • A pesar de la relativa sencillez de sus movimientos, animar a WALL-E fue una de las tareas más complicadas para el equipo de animación. Según el supervisor de animación Barillaro, “WALL-E tiene muchos controles, incluyendo unos 50 sólo para la cabeza. No es orgánico como un ser humano. Tuvimos que reducir sus movimientos a la más mínima expresión para que fuesen efectivos. Lo primero que hicieron los animadores cuando les tocó hacer una escena con él fue poner a prueba todos los movimientos, como mover la cabeza hacia los lados. Intentaban que tuviese mucha movilidad, como un ser humano. Tuvimos que recordarles continuamente que queríamos una animación lo más sencilla posible. En este caso, no hay duda de que cuando más sencilla, mejor”.
  • El equipo también se enfrentó a diversos desafíos a la hora de realizar la animación de EVE. Aunque sólo tenía dos ojos parpadeantes y cuatro partes móviles, era necesario analizar cada movimiento, por muy sutil que fuese. EVE, que fue diseñada con el aspecto de un robot futurista, es la personificación de la elegancia y la sencillez.
  • Además de algunos robots protagonistas (Auto, M-O y los robots defectuosos entre otros), el equipo de diseño de personajes creó un catálogo de robots y 10.000 humanos para poblar la nave Axioma. Se diseñó un sistema de robot modular utilizando una serie de cabezas de robots que podían combinarse con una variedad de brazos y cuerpos.
  • El diseñador de producción de WALL-E necesitó una visión cinemática única del futuro que lo abarcaba todo, desde una Tierra abandonada cubierta de basura hasta una enorme nave de crucero que flota por el espacio y que alberga a miles de humanos. La experiencia de Ralph Eggleston, supervisor del diseño de producción de la película, fue muy importante. El diseño de la nave Axioma y el entorno del espacio también eran difíciles de imaginar, por lo que se contó con más material para estos elementos.
  • Walt Disney Pictures lanzó la película en los Estados Unidos y Canadá el 27 de junio de 2008 recaudando 23.1 millones de dólares en su primer día y 63 millones durante su primer fin de semana de apertura en 3.992 salas de cine. Recibió críticas altamente favorables con una aprobación del 96% de las reseñas. En nuestro país la cinta funcionó muy bien y recibió elogiosos comentarios por parte de la prensa especializada.

Otra obra maestra de Pixar

Los autores de cine de animación no dejan de sorprendernos. Si desde hace un tiempo, la animación dejó de ser terreno exclusivo del público infantil, y los adultos que acompañan a los niños demandan películas que logren cautivarlos, las productoras han sabido interpretar esta necesidades y manufacturan productos que puedan satisfacer las demandas de ambos colectivos. Así, lo primero que llama la atención de WALL-E es la ausencia de diálogos, particularmente de los protagonistas, la pareja formada por los dos robots. En contra de la tradición de Disney de darle voz hasta a los animales, algo que se  ha extendido a todo el género animado (el ejemplo más cercano sería Kung Fu Panda), WALL-E y Eva sólo aprenden a pronunciar y repetir el nombre del otro. El resto, sus respectivas personalidades, sus movimientos, sus emociones, se desprenden directamente de las imágenes, el lenguaje más universal de todos, capaz de ser entendido a la perfección por grandes y pequeños. La palabra y los pocos diálogos llegarán mucho después, cuando los robots lleguen al crucero espacial donde se encuentran refugiados los supervivientes de la Tierra. Así nos enteramos que la humanidad abandonó el planeta setecientos años atrás, para dejarla en manos de un proyecto de limpieza de residuos.

A partir de allí, la película nos deja ver claramente sus intenciones, no sólo respecto a los atroces resultados de la contaminación provocada por el ser humano, sino también respecto a las terribles consecuencias de la dependencia de la máquina. Básicamente, según WALL-E, la humanidad (la herencia de los que abandonaron la Tierra) estará compuesta por obesos incapaces de moverse de sus respectivos asientos y educados para dejar todas sus actividades en manos de la tecnología. Si la ciencia-ficción suele ser la excusa y el recurso perfecto para hablar de la realidad, en WALL-E esta excusa está perfectamente justificada. Este contenido político es el mensaje secundario de la película, mientras que el principal está representado por la historia de amor del ingenuo WALL-E y Eva, la representante de la tecnología más avanzada. Los dos robots despliegan una gran perplejidad ante el mundo de los humanos (como la obsesión del protagonista por las secuencias de baile de los viejos musicales), lo cual no sólo facilita la asimilación del discurso, sino también ayuda a que los espectadores nos sintamos conmovidos; y ello apelando únicamente a recursos propios del lenguaje cinematográficos.

Como sucede en todo el cine de animación actual, en el filme se encuentran referencias a muchas películas clásicas como 2001: Una odisea del espacio. Sin embargo, la cita aquí, como en Kung Fu Panda, queda relegada a un plano secundario. Lo que convierte a WALL-E en una de las películas más fascinantes del cine de animación de los últimos años, es la clara y sorprendente confianza que tienen sus realizadores del poder visual de la imagen animada. WALL-E muestra como pocas películas animadas, que para contar una bonita historia de amor no hace falta decir demasiadas palabras; basta un hermoso despliegue audiovisual y personajes dotados de dulzura.

Lo mejor: Todo.

Lo peor: Nada.

Curiosidades

  • Ésta es la primera película de la productora Pixar en la que aparecen algunas secuencias en imagen real.
  • Todos los recuerdos que almacena WALL-E a lo largo de su recolección se corresponden a objetos emblemáticos del siglo XX.
  • Los responsables del filme no quisieron utilizar a actores conocidos a la hora de doblar a los personajes.  La única que aparece es Sigourney Weaver que presta su voz a una computadora.
  • Ha sido la película más cara de la compañía con un presupuesto de más de 180 millones de dólares. Su rodaje se alargó durante más de dos años.

Aplicación didáctica

Destinatarios: Alumnos de Primaria.

Áreas curriculares: Conocimiento del Medio Natural, Social y Cultural; Educación Artística; Lengua castellana y Literatura y Educación en Valores.

  • Conocimiento del Medio Social

- ¿Qué hace al planeta Tierra distinto a los demás? ¿Por qué podemos vivir en la Tierra?

Escoge qué elementos o condiciones de la siguiente lista debería tener otro planeta para que lo pudiésemos habitar: petróleo, agua, nitrógeno, leche, hidrógeno, oxígeno, hierro, plantas y plástico

- Poned en común los elementos que cada uno ha elegido para poder hacer un planeta habitable y justificad el porqué.

- Imaginad una casa donde viven 2 adultos, un niño y un bebé. Cada día tiran un montón de basura, pero alguna se puede reciclar.

En grupos, separadla y haced 4 montones para tirarla al contenedor correcto: amarillo (envases), azul (papel y cartón),  verde (vidrio) y gris.

Los materiales a ubicar son: papel de cocina, restos de comida, un tarro de mermelada de cristal, un paquete vacío de cereales, un pañal, una revista, un bolígrafo de plástico roto, una caja de cartón, tarros de yogur,  una maceta de plástico rota, un tetra brick de leche vacío, una camiseta rota, un bote de gel de baño, un periódico, un vaso de cristal roto, una manzana podrida y unos sobres de cartas.

    • Conocimiento del Medio Natural

Como es obvio, ésta es el área de conocimiento sobre la que más se puede incidir gracias a la película. Con el objetivo de ser lo más clarificador posible, indicaremos los principales puntos que podríamos tratar.

- Conocer el estado del planeta y los retos ecológicos a los que ha de hacer frente.

- Introducir un vocabulario científico, en función de lo que muestran las imágenes, adecuado a la edad.

- Aprender a valorar la importancia de amar, respetar y cuidar la naturaleza como un patrimonio de todos nosotros.

En este apartado se podría trabajar el tema de los incendios forestales o de los animales en vías de extinción. Lo que muestra la película que le pasa al planeta Tierra puede ser un buen inicio para ello

- Explicar el concepto de ecosistema e intentar comprender la importancia de respetar su equilibrio.

- Que los alumnos sean capaces de cuestionarse el papel del hombre, tanto en el deterioro de la naturaleza, como en su protección. Buscar información sobre algunas organizaciones que traten el tema.

  • Lengua y Literatura

La literatura fantástica se ve perfectamente reflejada en esta película que, como sucede con la mayoría de producciones de este estilo, toma referencias de cientos de novelas y películas relacionadas con el tema. Hacer un pequeño repaso sobre todo ello ayudará a contextualizar la acción y, a buen seguro y si obramos con inteligencia, a despertar la curiosidad por el género en nuestros alumnos.

Dentro del ámbito de la lengua, otra opción puede venir de pedir a nuestros alumnos que continúen con las aventuras de los robots a través de la narración escrita. Seguro que salen relatos sumamente interesantes y distintos enfoques sobre las posibilidades de esta historia y sus personajes.

Otra actividad puede venir dada por la realización de una crítica del filme.

  • Educación en Valores

Varios son los aspectos destacables dentro del área transversal de Educación en Valores. Muy interesantes nos parecen las relaciones con la ecología y el respeto al medio ambiente como única fórmula de garantizar la continuidad del planeta. Otro aspecto que se trata es la necesidad de llevar una vida sana y saludable (no como los humanos que aparecen en la película) o el respeto hacia los demás y hacia las distintas opciones de entender el mundo en el que vivimos.

Otros aspectos que se podrían comentar dentro de la Educación en Valores serían:

  • Respeto al medio ambiente.
  • Educación para la paz.
  • Sentido de la responsabilidad.
  • Respeto a las diferencias.
  • Compañerismo y amistad.
  • Relaciones personales.
  • El diálogo como herramienta de entendimiento y comprensión.
  • Solidaridad.
  • Empatía.

Autor: Daniel Álvarez de Moll

Daniel Álvarez de Moll es licenciado en Humanidades por la Universidad de Barcelona (UB).


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