Los clásicos redivivos. Invasión zombi en la educación literaria

Interesante artículo en el que José Rovira conduce al lector para lograr interesarle por los más actuales creadores del tema zombi, por los clásicos del género y por adaptaciones de obras que, en su versión original nada tienen que ver con los zombis.
Literatura de apariciones y no-muertos
Augusto Pérez, el protagonista de Niebla, ya avisó que sobreviviría a Unamuno. Quien murió fue Alonso Quijano y no Don Quijote, Azorín ya resucitó a los clásicos, adaptándolos a los lectores de la generación del 98. La supervivencia del personaje frente al autor es uno de los tópicos literarios. También en nuestra literatura encontramos la participación de fantasmas, espectros y apariciones. Desde el clásico de Zorrilla, Don Juan Tenorio, pasando por El Estudiante de Salamanca, de Espronceda, hasta la magnífica obra de Juan Rulfo Pedro Páramo, podemos encontrar múltiples ejemplos de no-muertos, que son de obligada lectura para cualquier aficionado a la literatura gótica actual. Incluso encontramos vampiros, como los del divertido poema de Mario Benedetti, Historia de Vampiros, donde se cuenta la historia de un vampiro que no quería beber sangre, casi adelantándose a los problemas de los vampiros actuales.
"La resurección de estos personajes
busca inundar los cerebros
de nuevos lectores y además es
un auténtico fenómeno editorial
en el mercado español"
Pero algo ha cambiado. Las radiaciones 2.0, el cometa Halley o las licencias CreativeCommons han alterado los gustos de la literatura de terror actual y estamos ante una invasión de cine y literatura zombi. La resurrección de estos personajes busca inundar los cerebros de nuevos lectores y además de un auténtico fenómeno editorial en el mercado español, con líneas específicas en las editoriales y un número creciente de novedades, encontramos los “clasicos zombificados”. Siguiendo el ejemplo anglosajón de Orgullo y Prejucio y Zombies, aparecieron entre 2009 y 2011 tres propuestas innovadoras, donde los zombis reviven a nuestros clásicos más destacados. Son el Lazarillo Z, La casa de Bernada Alba Zombi y el Quijote Z, verdaderas “aberraciones” para la tradición académica. Pero recordemos que los zombis son siempre aberraciones y aún así nos gustan. Analizaremos estas obras desde una perspectiva didáctica, para acercarnos a estos “clásicos”, como un modelo acertado de animación a la lectura y para desarrollar la formación literaria de los jóvenes lectores.
Invasión Zombi. De Romero al mercado español
No es este el espacio para enumerar todas las razones del éxito actual de dichas obras, como la transformación del vampiro hacia otros modelos dejando al zombi el espacio que encarne nuestros miedos, ni de repasar detenidamente su cronología y orígenes, donde hay una constante interacción entre cine y literatura, para demostrar la relevancia de esta temática a lo largo del Siglo XX. Partiendo de la película La legión de los hombres sin alma, (1932, White Zombie) de Victor Halperin y destacando la relevancia de la publicación de Soy Leyenda (1954) de Richard Matheson, donde los vampiros guardan muchas similitudes con los zombis, llegamos a La noche de los muertos vivientes (1968) de George A. Romero, que define las características centrales del género. A partir de ese momento encontramos múltiples visiones y propuestas que configuran al zombi, como una tipología opuesta al otro no-muerto, el vampiro, con poca capacidad para razonar, sin ningún atractivo y donde las críticas a la sociedad actual y las visiones apocalípticas son pilares en su definición.
A partir del siglo XXI nos encontramos ante un resurgir con constantes propuestas cinematográficas y literarias que han propiciado un boom editorial. Destacamos como ejemplo de esta nueva generación de literatura zombi Guía de Supervivencia Zombi (2003) de Max Brooks, no solamente por su éxito de ventas, también por su elemento “didáctico”, ya que nos enseña lo necesario para sobrevivir a los no-muertos. Luego encontramos infinidad de novelas y relatos de terror que han ido invadiendo el mercado internacional con antologías como la de J.J. Adams, Zombies (2008), que recoge relatos de grandes referentes como Stephen King o Neil Gaiman. En 2003 también empieza la publicación del cómic The Walking Dead que ha supuesto una revisión del género, sobre todo con el éxito de su adaptación a la televisión en 2010. Ya antes del 2009 el mercado español había querido aprovechar la oportunidad y se lanzaron colecciones como por ejemplo la de la editorial Dolmen con más de quince títulos hasta la actualidad, con una buena acogida entre el público específico, aficionado al terror y a la ciencia ficción permitiendo la irrupción de nuevos nombres dentro del género como Manel Loureiro. Encontramos reseñas en distintos medios que se hicieron eco del fenómeno como “Libros que devoran cerebros: la literatura zombi invade las librerías” de Laura Fernández, en Qué leer enero 2010 o “Clásicos en la batidora”, de Carmen Mañana, en El País 20 marzo 2010, centrada más en nuestro tema.
Clásicos Zombi
Dentro de esa enorme avalancha de títulos zombi, nos centraremos en las adaptaciones de obras clásicas. Esta reinterpretaciones están dentro de la “Cultura de la Convergencia” (H. Jenkins) donde se aceptan e introducen en el imaginario global distintos elementos, mezclando lo clásico con lo popular, destacando la importancia de conocer ambos y la relevancia que pueden tener para la formación cultural de los nuevos lectores. También es interesante interpretarlo desde el concepto del “Remix” como una estrategia educativa dentro de la educación mediática. Debemos recordar el enfoque pedagógico de este trabajo, desde la didáctica de la lengua y la literatura, a la hora de analizar las tres obras que nos ocupan a las que nos referimos como “zombificadas”. No nos detendremos en un análisis filológico para comparar con las obras “originales”, ya que la utilidad y adecuación didáctica será el objetivo final para comprobar, anotar y criticar sus posibilidades. Hemos hablado de “originales” entre comillas, para diferenciarlos de los “zombificados” ya que es un juego constante en las tres obras el cuestionar los textos canónicos, que se han convertido en clásicos de la literatura universal, frente a los “zombificados” que pretenden ser los textos originarios. En clase podemos plantear una lectura en ambas direcciones. Partiendo del clásico, para disfrutar totalmente de los referentes y capítulos reinterpretados en la nueva versión, o utilizar esta última con contenidos más “atractivos” para acercarlas al lector actual y luego acceder al clásico.
"Debemos recordar el enfoque pedagógico
de este trabajo, desde la didáctica
de la lengua y la literatura, a la hora
de analizar las tres obras que nos ocupan
a las que nos referimos como zombificadas"
Como hemos dicho, dicha reinterpretación surge de la propuesta de Seth Grahame Smith que en 2009 publica Orgullo y Prejucio y Zombies, basándose en el clásico de Jane Austen, con un inesperado éxito editorial. Las hermanas Benett y el Señor Darcy son acompañados por una invasión zombi en la campiña inglesa. De las múltiples reseñas destacamos la de la revista Wired que dice:
Jane Austen no es para todos. Los zombies tampoco. Pero, combina a ambos y la única pregunta que queda es: ¿por qué a nadie se le ocurrió antes? La inclusión acertada de muertos come carne a este libro es lo que necesitaba la pluma de Austen.
"Centrándonos ya en los zombificados
españoles, comenzamos con la obra
de Lázaro González Pérez de Tormes"
Gracias a su éxito apareció la versión en novela gráfica por Tony Lee e ilustrada por Cliff Richards y generó una línea editorial de temática similar, donde se adaptan los clásicos introduciendo personajes de terror como por ejemplo Sentido y Sensibilidad y Monstruos Marinos de Ben H. Winters, Mr. Darcy Vampire de Amanda Grange, o una precuela Pride and prejudice and Zombies: Dawn of the Dreadfuls de Steve Hockensmith totalmente original sobre la adolescencia de las Benett y el despertar de los no-muertos. En el mercado español, debemos reseñar la reciente aparición de Sherlock Holmes y los Zombis de Camford de Alberto López Aroca.
El Lazarillo Z. Matar zombis nunca fue pan comido
Centrándonos ya en los “zombificados españoles”, comenzamos con la obra de “Lázaro González Pérez de Tormes”, publicada por De Bolsillo en septiembre de 2009 y con unas ventas más que aceptables, con una segunda edición en febrero de 2010. Hay muchas razones para pensar en el acierto de esta selección como primer modelo. Para comenzar, recordemos que es el origen del género picaresco, y hace falta mucho valor y picaresca para atreverse a “zombificar” un clásico. Además el tema del anonimato fue otra de las incógnitas de la obra hasta 2010. El autor “original” nos propone un texto censurado en su momento para no descubrir los problemas por los que pasaba España titulado La vida de Lázaro de Tormes, y de sus luchas y transformaciones compuesta por un prólogo y siete tratados o capítulos. El manuscrito nos llega a través de un intermediario Juan Diego Barreda que lo consiguió al investigar un terrorífico episodio conocido como “la macabra cena de San Bartolomé” que tuvo lugar en un hospital psiquiátrico donde se supone que estuvo internado el propio protagonista la noche del 14 de septiembre de 2009. En los siete tratados solamente recoge cuatro amos: el ciego, el clérigo, el hidalgo y el buldero y narra sus aventuras para acabar con la plaga de no-muertos que le llevó a convertirse en leyenda. Algunos personajes son también vampiros que convierten al protagonista para que sobreviva hasta nuestros días. Podemos encontrar incluso reseñas en blogs de didáctica de la lengua y la literatura como http://sacalalengua-aitor.blogspot.com/2010/04/el-nuevo-lazarillo-de-tormes.html de Aitor Lazpita o http://enunlugardelared.wordpress.com/2010/04/09/literatura-zombi-¿el-lazarillo/ donde se citan muchas de las claves de lectura. Miguel Pérez Benito, profesor de lengua y literatura castellana en Castilla la Mancha, también nos informa de algunos intentos de usar el texto, sobre todo en grupos difíciles de PCPI, para acercar el clásico a su alumnado. También hay un proyecto de adaptación cinematográfica y ya está disponible un “teaser trailer” en la red dirigido por Jorge Molina y Zoe Berriatúa dándole una vuelta más al fenómeno de los zombis en la cultura de masas actual.
La Casa de Bernalda Alba Z
Después del Lazarillo Z, éxito editorial, llegó la hora de La casa de Bernarda Alba Zombi, un interesantísimo experimento literario. Aquí la zombificación es también la base para presentar un manuscrito original, supuestamente escrito por Pepín Bello, que luego García Lorca pulió para dar vida a su obra. La obra está firmada por Jorge de Barnola con una introducción de Roberto Bartual y Miguel Carreira. Podemos destacar en primer lugar la labor de ficción, pero con todas las características de una reseña filológica, de esta introducción. Las citas bibliográficas se confunden entre realidad y fantasía y se “descubren” o mejor se inventan lados ocultos de la biografía de Lorca, como la influencia que tuvo la película White Zombie (1932) antes citada. Luego la obra incluye una introducción histórica, que nos explica detalladamente las características y motivos de esa España Zombi. Es interesante este aspecto, que muchas veces echamos a faltar en las novelas o películas de zombis. La obra en sí es una copia de la original, siempre incluyendo los zombis, con un acierto irregular. Sin embargo debemos destacar al adaptar esta obra, que se recoge el motivo del encierro, un tópico de las obras de zombis donde las protagonistas casi no tienen contacto con el exterior que les es hostil. Pero esta obra es toda una ficción de la web 2.0. En el blog http://bernardaalbazombi.blogspot.com/, eje central de la edición, vemos una falsa portada de la editorial Cátedra y varias opiniones de críticos literarios, que en realidad son todas invenciones, para incluso generar una polémica ficticia con la editorial y los derechos de la nueva obra. El texto no ha sido editado en papel pero es accesible en internet y puede ser ya motivo suficiente para darle un vistazo y llevarlo a clase.
Quijote Z
Posteriormente apareció Quijote Z de Házael G. en la editorial Dolmen. Dicha obra surge de la repercusión en distintos medios de las anteriores y parece un encargo para la colección citada. Obviamente era la que muchos esperaban después de los anteriores ejemplos. Aunque es un trabajo interesante y con pasajes bien adaptados, ya nos hace plantearnos si la “zombificación” funciona siempre. Si H. W. Bowen, nos cuenta que “Todo es mejor con Zombies”, en la recopilación de J. J. Adams antes citada, no llegamos a estar convencidos del todo. Sí podemos citar algunos aciertos, como por ejemplo, respetar la locura literaria de Alonso “Quijana”, no ya por las novelas de caballerías, sino por obras sobre zombis, que hace que se repita la broma entre lo que ve Don Quijote y sucede en la realidad. Dicho tópico, tiene el momento más alto en la quema de la biblioteca, donde el autor hace un homenaje totalmente asincrónico de las obras sobre zombis, salvando, incluso el clásico de un tal “Matesón”. También encontramos, una interesante narración que sirve de prólogo “Luna de Sangre en Lepanto” que plantea el encuentro de Cervantes con los no-muertos y una reformulación y estudio de un nuevo manuscrito que cambia el texto original por el zombificado. Sin embargo, quizá por la extensión de la obra, podamos ver que se pierde la broma inicial y tratarla en su totalidad nos aleje del imprescindible clásico.
Doña Bárbara devoradora de zombis y otras novedades
Dentro de la literatura en castellano, tenemos noticia de que el fenómeno ha llegado a Hispanoamérica a través de Doña Bárbara devoradora de Zombis revisando el texto de Rómulo Gallegos. No hemos podido confirmar si es un texto real o un globo sonda en internet para ver si puede reinvertarse la obra. El clásico de Gallegos, con la confrontación entre civilización y barbarie, también puede ser un interesante texto para ser zombificado. También en Europa tenemos ejemplos de “reanimación” de clásicos. En Italia se ha publicado I promessi morsi, del “Anónimo Lombardo” en la editorial Rizzoli, donde los vampiros son los culpables de transformar el clásico de Manzoni. Posiblemente dicho texto siga en la misma línea y sea una respuesta a la publicación por Giunti de I Promessi Vampiri, traducción de la obra de Beth Fantaskey Jessica’s guide to dating on the dark side que solamente aprovecha el título de Manzoni para presentarnos una historia en la línea de Crepúsculo.
Zombificados, ¿Referentes útiles para la educación literaria?
Muchos pueden dudar de la utilidad de estas “aberraciones” y pensar que son más sacrilegios que juegos literarios. Son obras muy recientes que en ningún caso deben plantearse como sustitutos de los textos clásicos, sino otras formas de acercarlos al alumnado. La motivación y la lectura de textos más cercanos al público actual son bases para desarrollar la educación literaria, que por supuesto debe incluir estos referentes clásicos. La cuestión es plantear si la adaptación trabajada es útil. Jugar con los referentes y mezclar personajes de distintas tradiciones es algo que ya plantea Rodari en su Gramática de la Fantasía. El fin último es aprovechar los gustos actuales para introducir los personajes clásicos en el aula y sirve para cualquier etapa. Por ejemplo, el Cid, primer héroe de nuestra literatura, realizó su última gesta como “zombi”. Como última “aberración”, en 2010 planteamos dicha adaptación en otro protagonista de nuestra literatura, Miguel Hernández. Su biografía marcada por el amor, el dolor y la muerte, puede ofrecernos varios episodios para ser zombificados, para quizá así hacerlos más llamativos al alumnado. Hacer una relectura “zombificada” o quizá mejor “vampirizada” de poemas principales como el “Vals de los enamorados” o fragmentos de la “Elegía a Ramón Sijé” pueden parecer un sacrilegio, pero viendo el éxito que tiene en la actualidad dichos personajes, podemos asegurar una clase divertida y animada, donde todo el alumnado participe de la lectura y del juego, ya que al fin y al cabo solo se trata de eso.
Autor: José Rovira Collado
José Rovira Collado es profesor de Didáctica de la Lengua y la Literatura de la Universidad de Alicante. Especialista en LIJ e Internet.

